Foto: Reuters "Será el Departamento de Justicia el que tome la iniciativa"; aseguró la portavoz de Defensa, Dana White  

Washington.- El Departamento de Justicia de EU será quien en último término determine la posible inclusión de transexuales en las Fuerzas Armadas pese al informe del Pentágono sobre el tema, aseguró hoy la portavoz de Defensa, Dana White.

 

“Será el Departamento de Justicia el que tome la iniciativa”, dijo White durante una rueda de prensa celebrada en el Pentágono.

 

Esta sorprendente afirmación se produce después de que el pasado viernes por la noche la Casa Blanca divulgara una nueva directiva al respecto, elaborada en base a una serie de recomendaciones por parte del secretario de Defensa, James Mattis.

 

En este documento, que ha generado un gran revuelto tanto por el contenido como por las formas en que se hizo público, mediante un simple comunicado emitido poco antes del fin de semana, la Casa Blanca moderó ligeramente su posición sobre la presencia de transexuales en las Fuerzas Armadas.

 

El pasado mes de agosto, el presidente Donald Trump dio instrucciones al Departamento de Defensa para que implementase de manera inmediata una normativa que impidiera el alistamiento de transexuales, así como para encontrar una salida para aquellas personas transgénero que ya formaran parte del Ejército.

 

Sin embargo, esta normativa no se pudo implantar puesto que, además de generar el previsible rechazo de numerosos grupos sociales, fue bloqueada por la Justicia por considerar que atentaba contra los derechos constitucionales por tratarse de una medida discriminatoria.

 

“Continuaremos cumpliendo con las cuatro órdenes judiciales que afectan al alistamiento de personas transgénero y conservaremos a quienes actualmente están ya sirviendo”, aclaró White.

 

Finalmente, la normativa presentada el pasado viernes establece que las personas con “un historial de disforia de género (…) quedan descalificadas del servicio militar excepto bajo circunstancias limitadas”, sin embargo, no recomienda la expulsión de miembros de las Fuerzas Armadas que se hayan ya sometido a una operación de cambio de sexo.

 

La “disforia de género”, de acuerdo con la Casa Blanca, define a “aquellas personas que puedan requerir un tratamiento médico sustancial, incluyendo medicamentos y cirugía”.

 

Cuestionada sobre si esta medida supone una vuelta a la política de “no lo preguntes, no lo cuentes” defendida durante años por las Fuerzas Armadas en relación con la sexualidad de los militares, White defendió que hacer pública su condición seguirá siendo algo que “dependerá de cada individuo”.

 

En sus recomendaciones a la Casa Blanca, Mattis apuntaba que por “su propia naturaleza, el servicio armado requiere sacrificios”.

 

“Los hombres que sirven voluntariamente aceptan limitaciones en sus libertades personales -libertad de expresión, militancia política, libertad de movimiento- con el objetivo de dotar al Ejército de la letalidad y preparación necesarias para que los ciudadanos estadounidenses puedan disfrutar de sus libertades plenamente”, justificó Mattis.

 

fahl