El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, dijo ayer que tener dinero fuera del país no es un delito, lo que sí es un ilícito es no reportarlo, por lo que a propósito de la investigación periodística Paradise Papers o Papeles del Paraíso pidió no prejuzgar.

 

Cada vez que salen estas filtraciones lo vemos como una oportunidad de fiscalización. “Hay que averiguar. Lo hemos hecho en los otros casos (investigaciones) y hemos encontrado, en la mayor parte de ellos, que eran recursos que se habían declarado y que habían pagado impuestos, dijo el funcionario en una entrevista radiofónica.

 

Si los mexicanos con recursos en el extranjero si incumplieron con la obligación de pagar impuestos “tienen que enfrentar las consecuencias”, señaló en torno a la publicación realizada este domingo por parte del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación sobre el uso de estructuras o empresas constituidas en países de los denominados paraísos fiscales, en la que aparecen algunos mexicanos.

 

En una entrevista radiofónica por separado, el jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Osvaldo Santín Quiroz, dio a conocer que las autoridades mexicanas revisarán la información para identificar a las personas o empresas mencionadas para después revisar el nivel de cumplimiento fiscal que tienen y si los datos que aporta la investigación periodística es consistente con las declaraciones de impuestos que han realizado al órgano fiscalizador.

 

Señaló que en caso de hallar inconsistencias en los contribuyentes señalados en esta revelación, el SAT aprovecharía los acuerdos que tiene en materia de intercambio de información fiscal para solicitar datos adicionales a las jurisdicciones en donde están radicadas las empresas o cuentas de personas físicas mencionadas en la investigación periodística. Esto, con la finalidad de aclarar si hubo omisiones y de cuánto, a efecto de que el SAT determine el crédito fiscal o el adeudo que pudiera originarse.

 

Los casos mencionados en los Paradise Papers no implican necesariamente una consecuencia penal, pues dependerá de si dentro de las acciones de los contribuyentes mexicanos con recursos en el extranjero hubo la intención de engañar, de evitar u ocultar información, “en cuyo caso sí se tipifica de manera penal el delito de defraudación fiscal”.

 

A pregunta expresa, dijo que no importa que en las revelaciones del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación aparezcan “nombres muy fuertes”, ya que todos tienen la misma obligación ante la ley y se llevarán a cabo los procedimientos que marca la normatividad para efecto de determinar omisiones fiscales.

 

En Londres, Inglaterra, José Ángel Gurría, secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), mencionó que las prácticas tributarias detalladas en los Papeles del Paraíso se están extinguiendo.

 

Durante una conferencia de la Confederación de la Industria Británica, el mexicano señaló que “esto ya no podría repetirse gracias al trabajo conjunto que ustedes, sus gobiernos y la OCDE han realizado en los últimos años”.

 

 

Apple, Nike, Uber, también en paraísos

Las compañías estadounidenses Apple, Nike y Uber figuran entre las más de 100 empresas con cuentas en paraísos fiscales, cuyas prácticas han salido a la luz en el marco de una investigación periodística fruto de una colaboración internacional que fue publicada hoy por diversos medios.

 

La investigación, que ha recibido el nombre de Papeles del Paraíso y que ha sido llevada a cabo por el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ), fue realizada por 382 periodistas de casi 100 medios de comunicación que analizaron más de 13 millones de documentos de “territorios opacos”.

 

De acuerdo con esta pesquisa, numerosas empresas estadounidenses habrían desarrollado complejas estrategias fiscales con el objetivo de evitar, o al menos minimizar, el pago de impuestos mediante la ubicación de sus domicilios fiscales o la apertura de subsidiarias en países con políticas impositivas favorables.

 

Según datos aportados por el Consorcio, tres pequeños países como Holanda, Irlanda y Bermudas acaparan 35% de los beneficios declarados por las empresas estadounidenses en el extranjero, entre las que se encuentran algunas de las compañías punteras del país.

 

Uno de los casos más llamativos es el del gigante tecnológico Apple que, tras ver cómo en mayo de 2013 tenía que justificar ante el Senado de EU el haber evitado el pago de miles de millones de dólares en impuestos al tributar a través de empresas subsidiarias en Irlanda, desarrolló una nueva estrategia para poder trasladar esa misma filosofía a otro lugar.

 

Los documentos obtenidos de la firma de abogados Appleby y Asiatici Trust, un bufete especializado en desarrollar estructuras impositivas en paraísos fiscales, muestran que Apple acabó estableciendo el domicilio fiscal de sus operaciones extranjeras en la isla de Jersey.

 

El responsable de la cuenta de Apple en el despacho legal, Baker McKenzie, escribió en marzo de 2014 una serie de preguntas a los directivos de la empresa tecnológica para así poder evaluar la conveniencia de abrir oficinas en territorios offshore (con ventajas fiscales) como las Islas Caimán, las Bermudas, la Isla de Man o la Jersey.

 

Otra de las grandes marcas que contrató los servicios legales de la firma Appleby fue Nike, una de las compañías más importantes en el sector del calzado e indumentaria deportivos a nivel mundial.

 

En este caso, la clave de la estrategia pasa por un Estado miembro de la Unión Europea: Holanda.

 

En 2006, la empresa estadounidense llegó a un acuerdo de diez años con las autoridades holandesas que permitía a Nike desviar los miles de millones de dólares ganados en el Viejo Continente al paraíso fiscal de las Bermudas.

 

Gracias a este favorable trato, la multinacional pasó de pagar 55% por sus ingresos netos fuera de Estados Unidos a tributar solo un 13.2%, apenas tres años después.

 

La clave estuvo en la nueva subsidiaria de Nike, con sede en las Bermudas, Nike International Ltd., que pasó a tener la propiedad tanto del emblemático logotipo como de algunos de sus principales modelos registrados.

 

De esta manera, la subsidiaria de Bermudas podía reclamar a la sede de Nike Europa, ubicada en la ciudad holandesa de Hilversum, el pago de casi la totalidad de sus beneficios en concepto de cesión de derechos de imagen.

 

Una técnica similar fue la adoptada por Uber, en 2013, al crear una sociedad comanditaria, que -según la legislación holandesa- es una conglomerado de empresas extranjeras que a efectos fiscales se convierte en una compañía sin, por así decirlo, patria.

 

Holanda considera que este tipo de sociedades deben tributar en cada uno de los países de las empresas que las conforman, lo que produce lo que se conoce como “un desajuste híbrido” que fue utilizado por la empresa de transporte privado para gestionar desde una subsidiaria de las Bermudas su propiedad intelectual.

 

La investigación del ICIJ saca a la luz documentos procedentes de 19 jurisdicciones que figuran en la lista de paraísos fiscales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

 

Se trata de Antigua y Barbuda, Aruba, Bahamas, Barbados, las Bermudas, Caimán, Islas Cook, Dominica, Granada, Labuán, Líbano, Malta, Islas Marshall, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente, Samoa, Trinidad y Tobago y Vanuatu.

 

 

 

con información de Reuters & EFE

*edición impresa 24 Horas

 

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