Novak Djokovic y Roger Federer lograron sin problemas la tercera ronda de Wimbledon, pero Juan Martín del Potro se topó con Ernest Gulbis, en una jornada marcada por la espectacular lesión de la estadounidense Behtanie Mattek-Sands.

 

Novak Djokovic, segundo favorito, superó a Pavlasek, en tan solo 94 minutos, en un día caluroso en el que las temperaturas alcanzaron los 29 grados y los tenistas lucieron toallas de hielo como en el Abierto de Australia.

 

El balcánico se colocó en la tercera ronda por noveno año consecutivo al vencer a un rival del que tenía pocas referencias y que se había declarado seguidor del jugador de Belgrado desde su niñez.

 

“Es muy bonito escuchar eso, e inspirar a alguien con mis tenis. Sé lo que significa porque yo también he admirado a muchos jugadores. Es su debut en Wimbledon no sabía mucho de él”, dijo Djokovic, campeón de este torneo en tres ocasiones, tras lograr la tercera ronda.

 

El serbio se encuentra ya en la misma instancia en la que el año pasado fue eliminado por el estadounidense Sam Querrey, y que significó su salida más prematura de este Grand Slam desde que fuera eliminado por el ruso Marat Safin en la segunda ronda en 2008.

 

Federer tampoco tuvo muchos problemas para derrotar al serbio Dusan Lajovic, 79 del mundo, por 7-6 (0), 6-3 y 6-2 en 90 minutos.

 

De la nada salió Gulbis, ex número 10 del mundo, y actualmente 589 en la clasificación, para derrotar a Del Potro, vigésimo noveno favorito.

 

Gulbis frustró uno de los duelos más esperados en Wimbledon, un Del Potro-Djkovic en tercera ronda, que había levantado expectación desde que se produjo el sorteo el viernes pasado.

 

caem