El mexicano Santiago González está a un paso de alcanzar un hito para el tenis de su país ya que disputará la final de dobles masculino el sábado en Roland Garros, 40 años después de la última victoria de un mexicano en París.

 

González y su compañero el estadounidense Donald Young se enfrentarán a los ganadores del duelo entre los colombianos  y Robert Farah y la pareja del estadounidense Ryan Harrison y el neozelandés Michael Venus.

 

La oportunidad de oro le llega a González a los 34 años y con ella se apuntó como el primer mexicano en instalarse en la final de un Grand Slam desde que su compatriota Leonardo Lavalle lo logró en 1991 junto con el argentino Javier Frana, aunque en aquella ocasión perdieron la final de Wimbledon.

 

Además igualó el logro de otro de sus compatriotas, Raúl Ramírez, quien en 1978 fue el primer mexicano en llegar a la final de Roland Garros y ganarla junto con el estadunidense Brian Gottfried, con quien llegó a otra final en 1980 pero la perdió.

 

González y Young dieron cuenta este jueves del español Fernando Verdasco y al serbio Nenad Zimonjic, por 6-7 (3), 7-5 y 6-3, en 2 horas y 28 minutos y será la primera final para la pareja mexicano-estadounidense.

 

Tras el partido, el mexicano afirmó que disputó “el partido más importante” de su vida, pero que la final lo superará.

 

“Espero que los nervios no me traicionen. Si jugamos bien, tendremos oportunidades”, aseguró.

 

“Para mi esta final es un sueño que estoy viviendo. Había estado en tres finales de mixtos pero esta vale más. Creo que desde los 90 no había un mexicano en la final de un Grand Slam. Ojalá que ayude al tenis mexicano a que cambien las cosas”, indicó González.

 

En 2012 también en Roland Garros llegó a la final de dobles mixtos junto con la polaca Klaudia Jans-Ignacik pero perdieron y en el Abierto de Estados Unidos también hizo final en 2013 y 2104 junto con la estadounidense Abigail Spears, pero en ambas cayó.

 

El mexicano, que durante este torneo ha logrado su victoria 200 en el circuito, decidió tomar el camino de los dobles a partir de 2010 tras no lograr consolidar una carrera en individuales y con el paso del tiempo se convirtió en una buena decisión.

 

“(La final) es el fruto de mucho trabajo” y eso le da “vida, energía y motivación” para llegar a las 300 victorias.

 

De los 11 títulos en dobles masculino que tiene en su poder, González ha ganado diez en los torneos de ATP 250 y uno en un ATP 500.