Por su obra “El canto y el vuelo“, una serie de 12 ensayos que exploran distintos tiempos y espacios con notable libertad imaginativa, el escritor mexicano Alberto Blanco resultó ganador del Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 2016.

 

De acuerdo con el jurado, integrado por Jorge Aguilar Mora, Adolfo Castañón y Angelina Muñiz-Huberman, se trata de un libro singular, abierto a grandes e inesperados horizontes, a un mundo alimentado de ideas intensas y armadas con la sintaxis de realidades disímbolas, en el que se va de la ecología al sueño, de la pobreza al silencio, y del humor a la ciencia.

 

Sobre este reconocimiento, Blanco (México, 1951) explicó que el libro es el tercero de una poética que le llevó décadas de práctica, escritura, reescritura, lecturas, intuiciones, dudas, descubrimientos, consideraciones y reconsideraciones.

 

“Se podría decir que ‘El canto y el vuelo‘ es una reflexión sobre la práctica de la poesía que ha tenido una larga, lenta y gozosa maduración, y que forma, junto con los dos volúmenes previos, un solo libro en realidad: “El llamado y el don” (2011), “La poesía y el presente” (2013) y “El canto y el vuelo” (2016).

 

En este sentido, el Premio Villaurrutia se puede entender como un reconocimiento al proyecto en su conjunto, consideró Blanco, quien detalló que el primer volumen reflexiona sobre las relaciones entre la poesía y una serie de temas enraizados en el pasado, como son el mito, el lenguaje, el significado, el conocimiento, la tradición, la escritura, la traducción y la inspiración”.

 

Centrándose en el aquí y ahora, en el segundo volumen de esta trilogía, profundiza en las relaciones de la poesía con otras artes, como la música, y sobre diversas facetas de las artes visuales: la imagen, el dibujo, el collage o la arquitectura.

 

Mientras que “El canto y el vuelo” se abre hacia el futuro, explora las relaciones entre la poesía y distintos campos, como la ciencia, la ecología, la pobreza, la velocidad, el margen, el humor, el azar, el yo, el sueño y el silencio.

 

La Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) recordó que Alberto Blanco es un autor que rebasa las fronteras de la poesía con su trabajo como artista visual, músico, ensayista y traductor.

 

Su obra ha sido traducida al inglés, francés, alemán, holandés, sueco, danés, búlgaro, rumano, ruso, italiano, japonés y portugués.

 

A lo largo de su trayectoria ha sido reconocido con los premios Iberoamericano Bellas Artes de Poesía Carlos Pellicer para Obra Publicada 1988, por “Cromos”, y Nacional de Literatura José Fuentes Mares 1989, por “Canto a la sombra de los animales”.