Elementos de la Policía Federal, adscrito a la División de Inteligencia, recuperaron ayer un tracto camión cargado con 20 toneladas de óxido de plomo (PbO) que había sido robado el 10 de enero pasado en una zona industrial en Celaya, Guanajuato.

 

 

El material, excedente de la fabricación de acumuladores, tiene un valor de 18 mil dólares en el mercado y su destino final era el estado de Nuevo León donde sería encapsulado y confinado.

 

Derivado de lo anterior, la Policía Federal logró obtener información de inteligencia que refería la presencia de una banda delictiva dedicada al robo de autotransporte público federal en la zona de Querétaro y Guanajuato.

 

 

Los elementos federales indagaron que los delincuentes, al no poder comercializar el producto, pretendían verterlo sin medir las consecuencias en algún lugar baldío y aprovechar el vehículo para venderlo por partes.

 

 

De haberse consumado la dispersión del producto, se habrían ocasionado grandes daños irreversibles a la salud pública y al medio ambiente.

 

Con esta información, los investigadores aceleraron la búsqueda de la pipa con el producto químico, siendo hasta el día 1 de marzo, que se logró obtener datos relevantes que referían la ubicación de un lugar en la ciudad de Querétaro, habilitado como pensión donde se presumía estaba resguardado el vehículo con el producto motivo de la presente investigación.

 

 

Javier Castro Rosas profesor investigador del área académica de química de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) aseguró que el óxido de plomo es sumamente peligroso porque puede provocar saturnismo (enfermedad provocada por intoxicación con plomo), añadió que es producto se usa para producir baterías, pinturas, llantas y hasta ladrillos.
“Provoca daños en los glóbulos rojos y la persona puede tener problemas de respiración, falta de oxigenación y lo que se ve afectado severamente es el cerebro por lo que empiezan a fallar las funciones neuronales, también el corazón ya que tiene que trabajar más para mandar oxígeno a los sitios donde se requiere y esto ocasiona la muerte”, consideró el especialista
Destacó que mientras no haya contacto directo con ese producto no es peligroso, “el problema es que este en contacto directo con la persona o en el ambiente”, finalizó.

 

 

 

Peligroso y mortal

 

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS), refiere que el compuesto ataca el sistema nervioso de los seres humanos y es peligroso sobre todo para niños y bebés en gestación. De ser ingerida, la sustancia recorre rápidamente el torrente sanguíneo, instalándose en el hígado, riñones, pulmones, cerebro, músculos, bazo y corazón.