Por primera vez, las y los habitantes de la CDMX contaremos con una legislación en donde se consagren los más importantes derechos y obligaciones.

 

Celebro la aprobación de una nueva Constitución para la Ciudad de México, y sobretodo la suma de esfuerzos y trabajos que se realizaron, sin distinción de partidos políticos, para la conclusión de nuestra Carta Magna, la cual coadyuvará a que la CDMX sea una entidad autónoma, demócrata y defensora de los derechos de sus habitantes.

 

Es importante destacar, la importancia de lo que será la nueva naturaleza jurídica de las nacientes Alcaldías como espacios de gobierno y de desarrollo humano en plenitud, con mayor autonomía no sólo en el ejercicio de sus políticas públicas sino en los mecanismos tanto financieros como presupuestales.

 

La nueva Constitución en su Artículo 26 Inciso D, refiere que las nuevas Alcaldías contarán con recursos públicos a través de participaciones, aportaciones y demás ingresos federales, recursos de aplicación automática, asignaciones presupuestales y los ingresos provenientes del Fondo Adicional de Financiamiento a las Alcaldías establecido en el Artículo 61, sin ningún condicionamiento.

 

Hoy, quiero hacer un reconocimiento al esfuerzo de todos y cada uno de los Diputados Constituyentes que en tiempo y forma cumplieron con el mandato Constitucional para que el Jefe de Gobierno complete el proceso legislativo y nuestra Carta de Derechos de la Ciudad sea publicada el 5 de febrero, en el marco del Centenario de su homóloga Federal.

 

Me enorgullece que se cumpliera con su propósito principal que fue establecer normas pensadas para que los funcionarios públicos ofrezcamos mejores servicios a los ciudadanos, en este esfuerzo en conjunto se acordaron temas de gran relevancia como: la CDMX una ciudad para todos; el Derecho a un medio ambiente sano; los peatones serán prioridad; la protección de los animales; democracia efectiva y empoderamiento ciudadano en donde estos podrán solicitar la revocación del mandato de sus representantes electos, incluido el Jefe de Gobierno, entre muchos otros más.

 

Quedan aún pendientes, entre ellos, el de la nada fácil labor de armonización legislativa en aquellos temas cuyo mandato constitucional local instruye ahora a la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México en su carácter de Congreso Local, a realizar en temas como los mecanismos de democracia directa, electoral, participación ciudadana, presupuesto, fiscalización, transparencia y rendición de cuentas, además de establecer de manera expresa en la legislación secundaria existente los derechos reconocidos y que deberán ser establecidos en la norma que se encarga de su ejercicio y protección.

 

Como jefe delegacional en Benito Juárez, envío mi más sincero reconocimiento al exhaustivo e intenso trabajo desarrollado por cada uno de los diputados constituyentes, no tengo duda que nuestra Ciudad les tendrá un lugar importante en la historia de la democratización y restitución de los derechos de los capitalinos.

 

jram