Foto: Reuters  

“¿Quién puede imaginar al general Charles de Gaulle procesado?”, ironizó François Fillon en agosto pasado durante las primarias de la derecha francesa que lo consagraron candidato, al aludir a su rival Nicolas Sarkozy, complicado en varias causas judiciales. Hoy, aquella boutade asesina vuelve como un boomerang contra el ex primer ministro francés de la mano del más inesperado de los actores: su propia esposa.

 

 

Ayer se conoció Penelope Fillon, su esposa, ganó 900 mil euros brutos -300 mil más de los que se pensaba al principio- como asistente parlamentaria sufragado con dinero público y como colaboradora de La Revue des Deux Mondes entre 2012 y 2013, supuestamente sin haber casi trabajado, según ha desvelado la revista Le Canard Enchaîné.

 

 

El semanario satírico, el mismo que destapó el caso la semana pasada, confirmó también que Fillon, hasta ahora favorito en las encuestas para las presidenciales francesas de abril y mayo, contrató, además de a su mujer, a dos de sus hijos como asistentes parlamentarios.

 

 

En un encuentro con emprendedores en un hotel de París, Fillon reaccionó a estas últimas divulgaciones del denominado por la prensa “Penelope Gate” y se dijo víctima de una operación calumniosa “sin precedente” en las últimas décadas.

 

 

Aseguró estar “sereno y con confianza” acerca la investigación que afecta a él y a su mujer y denunció que quieren eliminarle de la carrera presidencial sin pasar por las urnas.

 

 

Las informaciones del diario satírico parisino se hicieron públicas coincidiendo con la visita de los investigadores del caso a la Asamblea Nacional para recuperar documentos que permitan aclarar si la esposa de Fillon trabajó como asistente realmente.

 

 

Se trataba de recoger las nóminas de Penelope Fillon y comprobar si tenía tarjeta de entrada a la Asamblea o correo electrónico.

 

 

Aunque no es ilegal que los parlamentarios elijan a familiares como asistentes -disponen de nueve mil 561 euros al mes para contratar hasta a cinco- y el propio Fillon defendió que su mujer desempeñó realmente el trabajo, este caso ha dañado seriamente su imagen.

 

 

Tras las primeras revelaciones de la semana pasada, y antes de que se pudiera medir el impacto de las de hoy, un sondeo ya puso en evidencia que su popularidad había caído 16 puntos en relación a noviembre, hasta 38%.

 

 

De su respaldo a la baja pueden sacar partido, sobre todo, la ultraderechista Marine Le Pen o el socio-liberal Emmanuel Macron, ex ministro de Economía, quienes, según las encuestas, son los que parten con más posibilidades de disputarle el segundo turno a Fillon.
Escándalo
Tanto Fillon como su mujer, investigados por la Justicia, se enfrentan a la posibilidad de ser imputados de malversación de fondos públicos, abuso de bienes sociales y receptación.
En caso de que se produjera esa inculpación, Fillon, de 62 años, ya ha anunciado que se retiraría de la carrera por la presidencia de Francia, cuyas elecciones a dos vueltas tendrán lugar el 23 de abril y el 7 de mayo.