El robo de combustible en Guanajuato crece de manera exponencial. Con mil 104 tomas clandestinas detectadas en los primeros 10 meses del año, la entidad superó las 968 reportadas en 2015 y duplicó las 546 de 2014.

 

En las últimas semanas la zona del Bajío padece el desabasto de combustibles, un problema que ya se extendió a estados aledaños. De acuerdo con Pemex, la escasez obedece a una toma clandestina detectada en el ducto central Salamanca-León que abastece a la zona del Bajío desde la refinería ubicada en la entidad, el tercero en importancia por volumen, después de los ubicados en Tula, Hidalgo y Salina Cruz, en Oaxaca.

 

En 2015, Guanajuato se colocó en el primer lugar nacional con 968 tomas clandestinas, 77% más que en 2014. Recientemente, Carlos Zamarripa, procurador de Justicia de esa entidad dio a conocer que en los primeros nueve meses del año se reportaron más de 900 puntos de ordeña en ductos que atraviesan los municipios de Irapuato, Salamanca, Pénjamo, Silao y León, conectados con el centro procesador ubicado en el estado.

 

A éstas tomas clandestinas se suman 136 más detectadas en octubre por personal de la XII Región Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional en esa entidad.

 

Un estudio de Etellekt, una consultora en temas de seguridad, precisa que los poliductos Salamanca-León y Salamanca-Lázaro Cárdenas son controlados por el Cártel Jalisco Nueva Generación, responsable de 85% de las tomas clandestinas detectadas.

 

En una entrevista televisiva, el director de Pemex, José Antonio González Anaya, atribuyó el reciente desabasto de gasolinas en varias ciudades del país a una toma clandestina en el ducto de Salamanca, lo cual se agravó por la mayor demanda que existe por el periodo vacacional. Sin embargo, garantizó que el problema se resolverá antes del sábado.
Efecto dominó

 

Además de la insuficiencia del combustible en el Bajío debido a los daños en la infraestructura de Pemex, otras entidades del país presentan o han sufrido la carencia de gasolinas. De acuerdo con reportes locales, en otros estados como Zacatecas, Durango, Coahuila, Guadalajara, Michoacán, Querétaro, Aguascalientes, San Luis Potosí, Chiapas, e incluso en el Valle de México.

 

El lunes, Pemex informó que la falta de productos en distintas gasolineras, incluidas las del Valle de México, se debió al cierre por mal clima del puerto de Tuxpan que impidió la descarga del combustible que arribó a la terminal y negó que se debiera a la falta de liquidez de la empresa, “como erróneamente se ha manejado”.

 

Sin embargo, reconoció que durante el año, la labor de abastecimiento a las estaciones de servicio presentó dificultades debido a retrasos en la entrega, pero de manera mínima y aislada. “Los problemas, que se suscitan por muy diversas razones como condiciones climatológicas o la suspensión del transporte por ducto a causa de tomas clandestinas, son solventados a la brevedad”, aseguró.