LONDRES. El Banco de Inglaterra recortó hoy por primera vez desde de marzo de 2009 sus tasas de interés de 0.50 a 0.25%, su nivel más bajo en sus 322 años de historia.

 

La decisión fue acordada como una acción para afrontar el impacto en la economía, ante la aprobación del referéndum del pasado 23 de junio sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), conocida como Brexit, abreviatura de las palabras en inglés Britain y exit (salida).

 

En un comunicado, la institución también anunció la ampliación en 60 mil millones de libras (más de 71 mil millones de euros) en su plan de compra de bonos, congelado desde 2012, y ahora además incluirá también la compra de bonos corporativos.

 

El Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) lanzó otros esquemas: uno para adquirir 10 mil millones de libras en bonos corporativos con grado de inversión y otro -que podría alcanzar las 100 mil millones de libras- para garantizar que los bancos sigan ofreciendo créditos tras el recorte de tasas de interés.

 

La decisión de recortar las tasas de interés fue aprobada por unanimidad por los nueve miembros del Comité de Política Monetaria (MPC) del banco, mientras que la ampliación del programa de compra de bonos (QE) fue rechazado por tres de ellos.

 

La entidad subió además el programa de compras de bonos públicos a 435 mil millones de libras (unos 515 mil millones de euros), 60 mil millones de libras más, en relación a los 375 mil millones (unos 447 mil millones de euros), alcanzados a finales de 2012.

 

El BoE destacó que con estas acciones busca hacer frente a la posibilidad de que la economía nacional se estanque durante el resto del año y que registre un débil crecimiento durante el próximo 2017, con el avance de la salida de Reino Unido del bloque europeo.

 

El Banco de Inglaterra considera que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2017 será del 2.3%, que predijo en mayo pasado, mientras que la previsión para este años la mantiene invariable en 2.0%, ante rendimiento de la economía británica de la primera mitad de 2016.

 

El recorte de los tipos de interés era esperado desde el mes pasado por los mercados financieros, ante los reportes de contracción de sectores clave de la economía británica, lo que aumenta en gran medida el riesgo de una recesión.

 

La baja en las tasas de interés es la primera que adopta el Banco de Inglaterra desde que las rebajó en marzo de 2009 al entonces mínimo histórico del 0.5% para hacer frente a la crisis financiera global.