PARÍS. El ministro francés de Interior, Bernard Cazeneuve, afirmó que se van a seguir cerrando mezquitas y centros de rezo musulmán, como ya se ha hecho con una veintena donde se profieren discursos radicales y, cuando sus imanes sean extranjeros, serán expulsados de Francia.

 

Recordó que ya había decidido el cierre de una veintena de mezquitas o centros de rezo y anunció que “habrá otros”.

 

En la misma línea, señaló que se han dictado 80 órdenes de expulsión contra imanes extranjeros por sus discursos radicales, que hay “varias decenas” de expedientes que se están examinando y que va a continuar “esa política”.