Con los resultados que arrojó el estudio del INEGI y ante el recorte en el gasto público al que se comprometió Hacienda para reducir el déficit del PIB, los “programas asistencialistas” resultan susceptibles, porque con menos pobres se requieren menos recursos, dijo el economista Jonathan Heath.

 

En una entrevista con 24 HORAS, señaló que “no queda claro si porque baje el nivel de pobreza, la SHCP va a querer reducir radicalmente sus programas asistencialistas”.

 

Consideró que la nueva medición “no es que se haya reducido (la pobreza), sino que antes estaba mal medida. Ahora va a estar un poco mejor evaluada, el problema es que no tenemos un parámetro de comparación”, por lo que será en unos años cuando se pueda verificar si hay variaciones.

 

Aunque señaló que la nueva metodología puede arrojar datos más precisos, calificó la medida como “un golpe muy duro a la credibilidad”, ante la falta de claridad e información del cambio.