El Parque de los Venados, lugar de deportistas cotidianos y niños con tiempo libre, fue el escenario donde el partido blanquiazul reunió a sus simpatizantes para, por última vez, convencer a los capitalinos sobre por qué regular las marchas, por qué el pago del predial debe ir directamente a las colonias, por qué todos deben votar el 5 de junio, cuando se elegirá a los encargados de redactar la Constitución para la Ciudad de México.

 

A las 18:00 horas, con el movimiento de los trabajadores que salen de sus oficinas, las pancartas panistas hicieron acto de presencia. De a poco, las sillas del foro Hermanos Soler se llenaron hasta que fueron insuficientes para poder ver el número musical de Zona Rica.

 

La música hizo que más curiosos se acercaran a la tarima, sólo seguían el ritmo del merengue, pero los más atentos decidieron quedarse para lo que ofrecía ser un evento sin compra de votos, pero sí con taquiza.

 

Algunos panistas llegaron en bola: Mauricio Tabe y Santiago Creel, los candidatos a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México acapararon las cámaras y, junto al jefe delegacional de Benito Juárez, Cristian Von Roerich, presumieron la buena respuesta.

 

Por separado, llegaron el resto de los candidatos y el diputado Andrés Atayde; el gran ausente Jorge Romero, legislador local.

 

Después del show, los políticos mostraron sus mejores argumentos, con voz altiva para llamar la atención. Las banderas de nuevo encima de las cabezas, vítores a medias, y en la amenaza de lluvia no se retiraron los asistentes hasta que se dio la última porra del discurso.