La Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) de la Universidad de Guadalajara entregó esta tarde el galardón “Corazón de León” al primer mexicano en recibir el Premio Nobel de Química Mario Molina Pasquel y Henríquez.

 

En este caso se entregó el galardón por los estudios que Molina realizó sobre el daño que causan los aerosoles con clorofluorocarburos en la capa de ozono y que condujeron al protocolo de Montreal de las Naciones Unidas, que enfrentó ese problema ambiental.
En este sentido, Molina Pasquel señaló que la evolución de las ciudades han provocado que la calidad del aire provoque repercusiones en la vida diaria de las ciudades. Advirtió que sí Jalisco no resuelve los índices de contaminación podría enfrentar un escenario similar a las contingencias ambientales de la Ciudad de México.

“La calidad del aire puede ser afectada muy directamente por nuestras actividades, sobre todo por el sector transporte y eso está impactando a la salud pública”.

 

 

El líder de la organización estudiantil Alberto Galarza Villaseñor señaló que la forma en que se han construido las ciudades se ha vuelto insostenible, por lo que dijo que para la comunidad universitaria es de gran relevancia destacar los esfuerzos de investigación que buscan soluciones prácticas para resolver la problemática del medio ambiente.

 

En otras ocasiones, los galardonados con el premio Corazón de León han sido Javier Sicilia, el obispo Raúl Vera, José Narro, el sacerdote Alejandro Solalinde, la periodista Carmen Aristegui, el ex presidente uruguayo José Mujica y el escritor Fernando del Paso.