Las restricciones de circulación para los vehículos no son populares, pero algunas veces los gobiernos y partidos tienen que tomar decisiones duras y la gente tiene que aceptarlas como parte del combate a la contaminación, aseguró Rajendra Pachauri, especialista en Cambio Climático y premio Nobel de la Paz 2007, en una entrevista con 24 HORAS.

 

“Considero que es una cuestión de control de tráfico. Eso significa que si se imponen restricciones, la gente tiene que aceptarlas”, apuntó.

 

Durante su reciente visita a México, realizada a mediados de abril, el experto indio habló con este diario sobre la crisis ambiental de la capital del país, que en ese momento ya había endurecido el programa Hoy No Circula.

 

Cuestionado sobre las restricciones vehiculares impuestas en la Ciudad de México, el también ex director del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) afirmó que se trata de una medida que debe tomarse en el corto plazo.

 

El especialista señaló que habría que pensar no sólo en soluciones inmediatas, sino a mediano y largo plazo: incluyendo rediseñar la Ciudad, implementar más y mejor transporte público y promover un cambio cultural con referencia al medio ambiente. “Cambiar el comportamiento de la gente a través de la transformación del pensamiento y los valores”, agregó.

 

Mientras que “a mediano plazo (habría que) introducir combustibles más eficientes, cambiar las gasolinas, quizá introducir biocombustibles. Subir los estándares de los combustibles podría marcar la diferencia”.

 

El mundo en riesgo

 

El también ex director general del Instituto de Recursos Energéticos (desde 1982 hasta el 7 de febrero de 2016) en Nueva Delhi, India, se refirió también al impacto de las emisiones de gases contaminantes en el calentamiento global.

 

“Si no detenemos la emisión de gases contaminantes, para fines de siglo se registrará un aumento de la temperatura global de 4.3 grados (en el último siglo ha sido de .8 grados)”, señaló.

 

“Eso significa  que todo cambiará en este mundo, muchas especies desaparecerán, la humanidad se verá seriamente afectada, escaseará el alimento, tendremos una población muy grande sin alimento ni agua”.

 

“En los últimos dos años hemos visto el aumento de refugiados que viajan a Europa. La gente no tiene agua, ni alimento y migra poniendo en riesgo sus propias vidas. En eso también se ven afectadas nuestras vidas: en la estabilidad, la paz y seguridad”.