El presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, aseguró que México tiene que poner fin a la guerra local nacional contra las drogas, toda vez que existe suficiente evidencia de que la política prohibicionista y punitivista ha sido un rotundo fracaso y ha generado un enorme mercado negro que implica una enorme ganancia a las organizaciones criminales que suministran la oferta y que ha implicado enormes costos sociales en cuanto al tejido social.

 

La Organización de las Naciones Unidas, expertos investigadores, legisladores y funcionarios de Relaciones Exteriores, dieron la bienvenida al documento aprobado en días pasados por la Comisión de Estupefacientes de la ONU, y que llevarán ante la Asamblea General de la ONU en su sesión especial sobre el problema mundial de las drogas (UNGASS) 2016, en el cual se promueve el fin a la guerra mundial contra las drogas.

 

En el marco de las audiencias púbicas sobre el posicionamiento de México ante la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el problema mundial de las drogas 2016, Antonio Mazitelli, de la oficina de la ONU contra las drogas y el delito en México, reconoció que hubo un avance en el combate al narcotráfico, sin embargo, la guerra de las drogas que había sido declarada tiene que acabarse.

 

El embajador Miguel Ruiz Cabañas, subsecretario para asuntos multilaterales y de derechos humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, habló de los diez puntos principales que abarca el documento recién aprobado en  Viena, y que será llevado en abril próximo ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

 

Se contempla la generación de políticas públicas al reconocer que las drogas son un problema de salud pública, garantiza un mejor acceso a las sustancias controladas para fines médicos y científicos, privilegia la proporcionalidad de las penas para aquellas personas que son detenidas en portación de pequeñas cantidades de droga, entre otros.