BRASILIA. El ministro de Justicia de Brasil, José Eduardo Cardozo, renunció tras recibir duras críticas de la base oficialista por su actuación contra la corrupción y a un alegado “descontrol” de la Policía Federal, a cargo de las investigaciones.

 

La dimisión de Cardozo, considerado un fiel escudero de la presidenta Dilma Rousseff, fue anunciada en medio de los escándalos de corrupción en la estatal Petrobras y en otras áreas del sector público, que han salpicado a varios partidos de la base oficialista.

 

La formación más implicada en las corruptelas es el Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenecen Rousseff y su antecesor y padrino político Luiz Inácio Lula da Silva, quien también está en problemas con la justicia, investigado por los supuestos delitos de ocultación de patrimonio y blanqueo de dinero.

 

La renuncia confirmó los fuertes rumores que, en ese sentido, corrieron en la prensa local desde el pasado viernes, cuando en una convención del PT se escucharon críticas a la actuación de Cardozo en el Ministerio de Justicia, del cual depende la Policía Federal.

 

Según fuentes del partido, en la convención hubo una reunión a puerta cerrada en la que la dirección nacional reclamó de la falta de “control” sobre la Policía Federal y de una alegada “persecución” a dirigentes de ese partido, incluido Lula, quien en público también se dijo “acosado” por las autoridades judiciales.

 

Aunque no fueron públicas, las supuestas críticas a Cardozo y, por extensión, a Rousseff, no fueron desmentidas por el PT.

 

Sin embargo, el partido gobernante divulgó un documento en el que se dijo “criminalizado” por una “alianza de grupos de derechas, los medios de comunicación y los círculos del aparato represivo-policial del Estado”.

 

La salida de Cardozo también fue vista con “preocupación” por el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

 

“Lula y el PT quieren un ministro que controle a la Policía Federal y las investigaciones contra ellos. Sin poder explicarse, los investigados le ponen una mordaza a los investigadores”, dijo el vocero del PSDB en la Cámara de Diputados, Antonio Imbassahy.