Los padres de los 43 no están ejerciendo presión alguna para reunirse con el papa Francisco durante su visita a México y han buscado los canales de acercamiento habituales para lograr el encuentro, dijo hoy a Efe su abogado Vidulfo Rosales.

 

“No hemos ido a una manifestación ni a un acto de otra naturaleza. Hemos solo buscado los canales e instituciones adecuadas y pertinentes para lograr acercarnos al Papa“, declaró Rosales respondiendo al vocero del Vaticano, Federico Lombardi.

 

Este lunes el portavoz del Vaticano dijo a los medios que era “un poco extraño que se presione al Papa sobre lo que tiene que hacer”.

 

“El Papa habla con todos con gran compresión y cercanía, con todos los que sufren violencia. Él tiene en su corazón a cada uno de ellos, es consciente de la tragedia de los 43 y de muchas tragedias de otras personas que sufren”, indicó.

 

Rosales afirmó hoy que los familiares de las víctimas de la tragedia de Iguala, acontecida el 26 de septiembre de 2014, lamentan “mucho” que su interés por la reunión “se interprete en estos términos”.

 

“Lo único que estamos haciendo los padres de los 43 es tener un acercamiento con el Papa como víctimas que sufren el dolor permanente que implica de la desaparición forzada, víctimas de un hecho que conmovió México, convulsionó e indignó a los mexicanos y generó una crisis política en nuestro país”, detalló.

 

Para Rosales, los familiares de los 43 jóvenes tienen también “derecho a recibir una palabra de aliento y consuelo espiritual del Papa”.

 

No obstante, también dijo que los padres respetan mucho la agenda del jefe de la Iglesia católica y que valoraron positivamente los posicionamientos que estos días ha dado el pontífice sobre las víctimas de la violencia o los pueblos indígenas, destacó.

 

El letrado reconoció que cada vez es más difícil el encuentro con el jefe del Estado Vaticano, quien mañana culmina su visita a México, y confirmó que no asistirán a la misa de Ciudad Juárez, en Chihuahua, a la que fueron invitados.

 

“Pero no queremos que suene como un mecanismo de presión, fue la posición inicial”, remarcó Rosales, quien alegó que les faltaba logística para trasladar a padres y representantes, ya que se están preparando para una reunión que sostendrán con la Fiscalía mexicana esta semana.

 

Por último, agregó que desconoce si el papa ha leído o sabe de la misiva que le enviaron a través de los hermanos jesuitas el pasado sábado.

 

Si bien el papa no se posicionó sobre la tragedia en la misa oficiada hoy ante religiosos en Michoacán, los congregados realizaron un minuto de silencio por los 43 jóvenes previo a la llegada del pontífice.

 

El 26 de septiembre de 2014, 43 jóvenes de la escuela normal Rural de Ayotzinapa desaparecieron en el municipio de Iguala, en Guerrero, a manos de policías corruptos y miembros del cártel Guerreros Unidos, quienes los asesinaron y quemaron en un basurero cercano, según una cuestionada versión oficial.

 

En esta fatídica noche también murieron seis personas y 25 resultaron heridas por el fuego abierto de los policías de Iguala.