El tenista español Rafael Nadal irrumpe en el primer major del curso, el Abierto de Australia, como una auténtica incógnita.

 

Las sensaciones de las primeras semanas del nuevo año mantienen aún distante al español del balcánico. Nadal sólo fue capaz de apuntarse tres juegos (6-1 y 6-2) en el primer cara a cara de la temporada, en Doha.

 

El español parece distanciado del nivel del número uno del mundo, Novak Djokovic, con el que sólo se encontraría en la Final en Melburne. Nadal ha perdido nueve de los diez últimos enfrentamientos con el serbio, que ya le aventaja en los duelos particulares.

 

Rafael Nadal, campeón en el 2009, también fue finalista en el 2012 (perdió con Djokovic) y en el 2014, cuando cayó ante Stanislas Wawrinka e inició el calvario físico que le impidió rendir en condiciones en los últimos tiempos.

 

“Lucharé este año por estar cerca de Djokovic. Es un tenista increíble y que no ha tenido lesiones. Eso hace que nunca haya perdido el ritmo de competición. Si tienes lesiones es más difícil recuperar la confianza. Djokovic juega a un nivel más alto que el resto y es difícil verle perder partidos”, dijo Nadal en vísperas de su arranque en la competencia, que iniciará mañana ante su compatriota Fernando Verdasco.

 

Entre los numerosos duelos que han protagonizado ambos tenistas españoles destaca el de la Semifinal de este torneo en el 2009, resuelta en cinco sets. Un año que terminó con el triunfo en el Melburne Park del tenista balear. La única vez en la que levantó el trofeo tras superar al suizo Roger Federer.

 

“Es un comienzo difícil. No he tenido suerte. Pero él tampoco. Va a ser difícil y tendré que jugar a un gran nivel, contra un adversario que tiene un enorme potencial y que puede jugar a un nivel alto. Es muy peligroso”, destacó el número cinco del mundo.