Tras el anuncio de que la PGR podría citar a Sean Penn y Kate del Castillo por haberse reunido con el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, creció la polémica sobre si es éticamente correcto que un periodista entreviste a un prófugo de la ley y cuál debería ser la responsabilidad para los actores por haberlo hecho.

 

En entrevista con medios de comunicación el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, señaló que es indebido hacer “apología” de un delincuente juzgado como Joaquín Guzmán Loera. Mientras que entre los círculos de periodistas se señala que el deber de los comunicadores es aportar toda la información y perspectivas posibles para que el público juzgue y se haga sus propias conclusiones sobre un tema.

 

Sin embargo, otro ángulo entra en la discusión: el hecho de que Penn no es periodista profesional, lo que lo llevó a escribir un texto que en algunos momentos resulta una exaltación de la personalidad de Guzmán Loera; también se cuestiona si fue su calidad de estrella de Hollywood la que llevó al capo a aceptar la entrevista, bajo la presunción de que no sería tan “duro” en sus cuestionamientos como un reportero profesional.

 

“Un buen momento para recordar lo que les pasa a los periodistas de verdad que cubren el narcotráfico en México”, tuiteó el editor ejecutivo del periódico The Washington Post, acompañando el reportaje “Censura o muere: La muerte de la noticia en México en la era de los carteles de las drogas”.

 

El periódico The New York Times cuestionó a la revista que haya aceptado la condición impuesta por el capo de revisar el texto antes de su publicación, a lo que el fundador de la Rolling Stone Jann Wenner restó importancia en una entrevista con el diario.
“En primer lugar no creo que sea tan importante. Anteriormente ya hemos permitido que otras personas aprueben sus citas que aparecerán en las entrevistas. En este caso, fue una cosa pequeña que tuvimos que ceder para obtener lo que obtuvimos”, mencionó.