BERLÍN. Las agresiones sexuales masivas a mujeres registradas la pasada Nochevieja en Colonia y al parecer cometidas principalmente por extranjeros han sacado a la luz casos similares en Suecia y Holanda, mientras el gobierno alemán advertía contra los intentos de instrumentalización por parte de la ultraderecha.

 

Las autoridades suecas anunciaron la apertura de una investigación sobre un caso de agresiones sexuales a cargo de un supuesto grupo de jóvenes inmigrantes en verano en un festival juvenil de Estocolmo, que la policía ocultó en ese momento.

 

El caso fue revelado por el diario Dagens Nyheter, que se remitió a informes internos enviados a la jefatura de la policía de Estocolmo que avisaron de numerosos episodios de ese tipo en agosto en el festival “We are Sthlm”.

 

Los partes aludían a jóvenes que “se restriegan” contra chicas, algunas de once o doce años; y de “toqueteos”, episodios que fueron aumentando y en los que se apuntó a una quincena de refugiados, “en especial de Afganistán”, que formaban parte de una banda.

 

En Holanda, la agencia central para la recepción de solicitantes de asilo de Holanda (COA) desaconsejó asimismo a niñas menores no acompañadas visitar la iglesia eritrea ortodoxa en Rotterdam por un presunto riesgo de abuso sexual.

 

Según un medio local, la recomendación obedece a la existencia de “indicios serios” de que se han cometido abusos sexuales, ya que supuestamente al menos 22 menores de edad habrían quedado embarazadas tras ser obligadas a mantener relaciones sexuales.

 

En Alemania, la situación se tensó aún más ayer, diez días después de las agresiones sexuales registradas en Nochevieja, a raíz de una serie de ataques xenófobos, al parecer coordinados a través de las redes sociales como “respuesta” a esos abusos.

 

Al menos seis paquistaníes y un sirio sufrieron lesiones en Colonia tras ser agredidos por grupos de hombres que se citaron por internet con el propósito expreso de “atacar a personas no alemanas”, informó el vocero policial, Norbert Wagner.

 

Su objetivo, según las investigaciones en curso, era “tomarse la justicia por su mano” por los sucesos de Nochevieja en la estación central de ferrocarril de la ciudad renana, donde hasta ahora se han presentado 516 denuncias, de las cuales 237 por delitos sexuales.

 

Mientras, en el estado alemán de Renania del Norte-Westfalia, el titular regional de Interior, Ralf Jäger, confirmó que, de acuerdo a los testimonios hasta ahora recabados, los actos fueron cometidos mayoritariamente por extranjeros, principalmente procedentes del norte de África, pero también de los países árabes.

 

Hasta ahora se han abierto investigaciones contra 19 extranjeros, entre ellos diez peticionarios de asilo, de un total de 32 sospechosos, incluidos algunos alemanes.