PARÍS. La amenaza terrorista resurgió en París en el primer aniversario de la masacre del Charlie Hebdo con el ataque frustrado de un hombre armado con un cuchillo, que fue abatido por la policía, contra una comisaría en un barrio del norte de París.

 

“Nunca desde hace décadas, la misión (de las fuerzas del orden) ha sido tan necesaria y exigente, porque el terrorismo no ha dejado de hacer pesar sobre nuestro país una amenaza terrible“, subrayó el presidente francés, François Hollande, en un homenaje a los agentes.

 

Al tiempo que el líder galo pronunciaba estas palabras a las 11:30 para coincidir con la hora del ataque al semanario, un joven de 20 años y origen marroquí, según los medios franceses -aunque oficialmente aún se ignora su identidad-, blandió un cuchillo y gritó “Allahu Akbar” (“Dios es el más grande”) antes de ser abatido por un agente, según las autoridades.

 

El joven había jurado lealtad al líder del Estado islámico, Abu Bakr al Baghdadi, según fuentes próximas a la investigación.

 

En un primer momento se pensó que el hombre portaba un cinturón de explosivos, extremo que se descartó posteriormente. Sobre el cadáver se halló un papel con la bandera del grupo yihadista y una reivindicación manuscrita en lengua árabe, precisó la Fiscalía, que anunció que la sección antiterrorista ha asumido la investigación de los hechos.

 

El incidente ocurre menos de dos meses después de los atentados de París y Saint-Denis del pasado 13 de noviembre que causaron 130 muertos, con el recuerdo presente de los ataques a “Charlie Hebdo” y el supermercado judío, y en pleno debate antiterrorista.


Más poderes a la policía

 

Durante el acto de homenaje Hollande justificó un incremento del dispositivo antiterrorista y reveló que desde que decretó el estado de emergencia tras los atentados yihadistas del 13 de noviembre en París -que calificó de “actos de guerra”- los registros administrativos han permitido poner en evidencia 25 infracciones “en relación directa con el terrorismo”.

 

El jefe del Estado socialista confirmó que “para salir sin debilitarnos del estado de emergencia”, que debe levantarse el próximo 26 de febrero, su gobierno prepara un proyecto de ley que “responde a los desafíos que afrontamos” como el retorno a Francia desde Siria e Irak de personas radicalizadas.

 

Por eso, esa proposición legislativa integrará la imposición a algunos de ellos que no sean encarcelados medidas de residencia vigilada porque “son por definición sospechosos”.

 

certificó que se contempla la posibilidad de que los agentes puedan proceder a registros de equipajes y vehículos en torno a lugares sensibles -como instalaciones industriales- en caso de amenaza terrorista y durante un tiempo limitado. Otro punto del proyecto de ley es el referido al uso de las armas, que no se limitará a la legítima defensa frente a “individuos que han matado y que se disponen a matar”.