ZÚRICH. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y el de la UEFA, Michel Platini, fueron inhabilitados el lunes por un periodo de ocho años por violaciones éticas, dejando al futbol global sin líderes mientras combate una ola de casos de corrupción en su seno.

 

Ambos dirigentes, que también fueron multados, ya habían sido suspendidos por 90 días en octubre, mientras se llevaba a cabo una investigación sobre un pago de 2 millones de francos suizos (2,02 millones de dólares) realizado por el ente rector del futbol mundial a Platini en 2011, con el visto bueno de Blatter.

 

La decisión implica que Blatter pondrá fin a sus 17 años al frente de la FIFA con deshonra, al tiempo que se acaban las esperanzas de Platini de sustituir al suizo de 79 años en las elecciones presidenciales de febrero.

 

Blatter, que estuvo cuatro décadas en la FIFA, salió al ataque tras el anuncio, celebrando una conferencia de prensa para decir a los periodistas que solo lamenta que el presidente de la FIFA esté siendo usado como un saco de boxeo.

 

“Voy a luchar por mí y voy a luchar por la FIFA”, afirmó Blatter, sin afeitar y con una bandita adhesiva en su mejilla, pero desafiante.

 

Aseguró que el Comité de Ética de la FIFA no tiene derecho a relevarle de sus funciones y que combatirá la decisión en el Comité de Apelaciones del organismo deportivo y, si es necesario, en el Tribunal de Arbitraje Deportivo en Lausana, Suiza, y ante las cortes helvéticas.

 

El comité dijo que no halló pruebas de que el pago, realizado en un momento en que Blatter buscaba la reelección, fuera un soborno, razón por la que ambos se libraron de una inhabilitación potencial de por vida.

 

No obstante, señaló que la transacción careció de transparencia y generó un conflicto de intereses. Platini, al igual que Blatter, negó cualquier ilegalidad.  DM