MIAMI. Una jugada grande sacó a los Gigantes de Nueva York de lo que parecía una derrota segura. Un pase de Eli Manning desde su propio territorio, para Odell Beckham, quien encontró un hueco entre los profundos de los Delfines y corrió hasta las diagonales, completando una jugada de 84 yardas, dio la ventaja definitiva a su equipo que derrotó a los de Miami por 30-24.

 

Con ese resultado los Gigantes empataron el liderato de la división Norte de la Conferencia Nacional, nada para presumir, pero justo eso los mantiene en la carrera por la postemporada lo mismo que a Washington y a Filadelfia, e incluso a los Vaqueros, aunque estos más bien con pie y medio fuera.

 

Beckham hizo dos recepciones de touchdown. La anterior en una jugada más convencional en el tercer cuarto, pase de Manning de seis yardas, con el que el marcador se pudo 23-24, todavía en favor de Miami.

 

Miami fue incapaz de anotar en cuatro series ofensivas, hasta que vino la jugada final.

 

Manning terminó el juego con cuatro pases de anotación y 337 yardas, con un extraordinario porcentaje de acierto al conectar 27 de 31 pases. Del otro lado, Ryan Tannehill sólo dio un pase a la zona prometida, y acertó 25 de 41 intentos para una ganancia de 236 yardas