ROMA. El papa Francisco abrió hoy la Puerta Santa de la basílica de San Juan de Letrán, la catedral de Roma, un rito que se enmarca dentro de los actos del Año Santo Extraordinario de la Misericordia, que comenzó el pasado martes.

 

El pontífice permaneció varios minutos rezando en silencio a los pies de la puerta y su apertura estuvo precedida por la fórmula “esta es la puerta del Señor, ábreme las puertas de la justicia. Por tu grande misericordia entraré en tu casa, Señor”.

 

Acto seguido Francisco empujó la puerta y la abrió a las 09:30 hora local (08:30 GMT), para permanecer en meditación unos instantes en su umbral.

 

El pontífice, ataviado con una capa pluvial púrpura propia de los domingos de Adviento, emprendió una procesión hacia el altar mayor de la basílica, copada por numerosos fieles.

 

La apertura de la puerta de la basílica lateranense precede a la de San Pedro del Vaticano, el pasado martes, cuando dio inicio el Año Santo Extraordinario.

 

Esta es la segunda de las cuatro basílicas papales de Roma que abre su Puerta Santa.

 

Este domingo el cardenal estadunidense James Harvey abrirá la de San Pablo Extramuros, de la cual es arcipreste, y la última será la de Santa María la Mayor, que será abierta por el propio pontífice el primer día de 2016.

 

En las intermediaciones de la basílica lateranense, la catedral del papa puesto que este es el obispo de Roma, se agolparon cientos de personas y se percibió un notable aumento de la vigilancia policial y controles para acceder al recinto.

 

La apertura de la Puerta Santa es un gesto simbólico con el que la Iglesia Católica ofrece a los fieles una vía extraordinaria hacia la salvación, siguiendo las palabras de Jesús de Nazaret: “Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo”.

 

La apertura de la de San Pedro marca el inicio de un Jubileo, tiempo dedicado a la remisión de los pecados, y en esta ocasión el papa Francisco ha querido que cada catedral del mundo tenga su Puerta Santa para ofrecer a cada fiel la oportunidad de hacer un peregrinaje.

 

El Año Santo de Francisco, dedicado a la misericordia, comenzó el pasado 8 de diciembre y concluirá el 20 de noviembre de 2016.

 

Por su parte, el cardenal Norberto Rivera Carrera abrió la Puerta Santa de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.

 

De esta manera las personas que se hayan confesado y comulgado, y que pasen por la puerta de la Catedral, se les perdonará todos sus pecados y los de sus difuntos.

 

Asimismo, el Monseñor Gustavo Rodriguez Vega, acompañado del Arzobispo Emérito, abrieron la puerta del perdón de la Catedral de Yucatán.