El gobernador Héctor Astudillo Flores denunció que en Guerrero hay, desde hace tiempo, una parálisis gubernamental, con inactividad en muchas oficinas gubernamentales, incluso a nivel de secretarías.

 

En entrevista con 24 HORAS, Astudillo Flores afirmó que el problema de Guerrero no sólo radica en temas de seguridad “hay un problema de una parálisis gubernamental que se encontró en la administración pública de la entidad; entonces tiene uno que estar todos los días viendo que las diferentes áreas del gobierno funcionen, que la gente vuelva a trabajar”.

 

Dijo compartir lo expresado en pasados días por el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, sobre la responsabilidad de los dos últimos mandatarios, Ángel Aguirre y Rogelio Ortega, en la situación que vive actualmente en Guerrero.

 

“Si el secretario de Gobernación ha expresado lo que dijo, yo lo comparto, pero no solamente comparto el tema de la inseguridad o el despistamiento de las fuerzas policiales o de los grupos de la policía tanto estatal como municipales, sino también comparto que lo que yo he encontrado ha sido un gobierno paralizado”, dijo.

 

Resaltó que antes de haber llegado a la titularidad de la administración de la entidad, “la gente ha notado que no ha habido gobierno en los últimos tiempos en Guerrero; el último año fue el peor cuando se vivió una crisis social, política, económica, financiera y de inseguridad”, expuso.

 

Para Astudillo Flores, Guerrero ha estado en una permanente ebullición, “yo espero que pronto pueda tomar otro nivel. Hay un operativo importante de los tres niveles de gobierno para tratar de disminuir la violencia, pero la violencia no se va a disminuir solamente con policías”.

 

“Necesitamos el apoyo de los trabajadores del estado, de los empresarios, de los grupos sociales, de la Federación, pero sobre todo de la población que día a día enfrenta retos de inseguridad o amenazas”, expresó.

 

El mandatario guerrerense se refirió al enfrentamiento entre policías y estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, ocurrido el pasado miércoles luego que los normalistas se apoderaran de una pipa con combustible y autobuses de transporte foráneo de pasajeros, “los jóvenes de Ayotzinapa no son enemigos del gobierno de Guerrero”.

 

“La Policía lo que hizo fue actuar frente a lo que vio, un hecho ilícito, la policía no fue a enfrentarse a los jóvenes; eso nadie lo anda promoviendo; Guerrero no está para eso. Sencillamente la policía iba a disuadir el bloqueo que estaban haciendo y presenció cómo bajaron al chofer de la pipa y cómo se lo llevaron, la policía fue a seguirlos para retirarles la pipa, que representaba un peligro mayúsculo”.

 

“No se debe permitir. No puede seguir así, Guerrero y sus habitantes deben tomar otra ruta; robarse los autobuses es un hecho ilícito y robarse una pipa también es un hecho ilícito, que como gobierno debemos impedir”, afirmó.