RANGÚN. La premio nobel de la paz y líder opositora, Aung San Suu Kyi, y su Liga Nacional para la Democracia (NLD, por sus siglas en inglés) encabezan con claridad los resultados preliminares oficiales de las primeras elecciones libres en 25 años celebradas ayer domingo en Birmania (Myanmar), tras 49 años de dictadura militar.

 

La Comisión Electoral empezó a revelar con cuentagotas los resultados de la votación y, según varios observadores, puede tardar varios días en anunciar el escrutinio final. La mayoría de los birmanos aspiran a cambios que permitan desarrollar la democracia y la prosperidad del país, y solucionar antaños conflictos con las minorías étnicas.

 

Según los últimos datos, la NLD ganó 25 de los 440 escaños en la Cámara baja del Parlamento y 23 diputados regionales por Rangún (Yangón), mientras que el gobernante Partido de la Solidaridad y el Desarrollo de la Unión (USDP, por sus siglas en inglés) se llevó dos parlamentarios nacionales y uno regional. Otro asiento de la Cámara baja fue para el Partido Democrático Wa.

 

De seguir esta tendencia, la NLD obtendrá un mayoría absoluta en el Legislativo bicameral de la nación, órgano en que las Fuerzas Armadas tienen reservado el 25% de los escaños, según la Constitución de 2008.

 

El portavoz de la NLD, Win Htein, dijo que esperan obtener “más del 70% de los votos”, según el recuento no oficinal realizado por su partido.

 

De cumplirse el pronóstico, el gran perdedor será el oficialista USDP, creado en 2010 para que el entonces primer ministro, Thein Sein, ganase las elecciones generales convocadas para ese año. Los comicios fueron criticados por falta de transparencia y boicoteados por la NLD y al año siguiente se cedió el poder a un gobierno civil formado por exgenerales afines.

 

Unos 35 millones de birmanos estaban llamados el domingo a elegir a diputados de los parlamentos regionales y las dos cámaras del legislativo nacional, que se formará en enero y uno o dos meses después nombrará al presidente y los dos vicepresidentes del país.

 

Más de seis mil candidatos de 93 partidos concurrieron a los comicios, seguidos por más de 600 corresponsales y más de 10 mil observadores locales y extranjeros.

 

Suu Kyi, que pasó 15 años interrumpidos bajo arresto domiciliario entre 1989 y 2010, no puede postularse como presidenta porque la Constitución se lo prohíbe, al tener dos hijos con pasaporte británico. No obstante, la nobel de la paz ha dicho que gobernará si su partido gana con la mayoría suficiente.

 

Festejo multitudinario; voto histórico

 

Por segundo día consecutivo, miles de seguidores de la NLD se congregaron a las puertas de la sede del partido en Rangún, la antigua capital, para esperar los resultados.

 

Muchos lucían en camisetas o gorras la bandera de la formación, con una estrella blanca y un pavo real amarillo sobre fondo rojo, y coreaban canciones pop.
Las elecciones tuvieron una afluencia superior al 70%, según el diario oficialista Global New Light of Myanmar.

 

El presidente birmano, Thein Sein, y el Ejército prometieron respetar el resultado.

 

Uno de los primeros candidatos del USDP en reconocer la derrota en su distrito fue Shwe Mann, el actual presidente de la Cámara baja y antiguo presidente de la citada formación.

 

Observadores sin advertir irregularidades graves

 

La Red Asiática para las Elecciones Libres (Anfrel, en sus siglas en inglés), observador en los comicios parlamentarios, indicó que no ha detectado hasta el momento irregularidades importantes.

 

“Todavía tenemos que analizar todos los informes, pero lo que yo vi en Rangún sobrepasó las expectativas. (La votación) fue tranquila, muy pacífica. Hubo pocos casos de irregularidades menores”, dijo Damaso Magbual, jefe de la misión de la ONG en Birmania.

 

Minorías no votaron, por falta de cartillas de identidad

 

La NLD denunció la llegada de votos irregulares en varias circunscripciones en los estados Shan y Kachin, habitados mayoritariamente por minorías étnicas, o fallos en las listas electorales.

 

Más de un millón de musulmanes de la minoría rohinyá, considerados apátridas, no votaron porque a más de la mitad de ellos, el gobierno les retiró sus carnés de identidad temporales (“white cards”).