LONDRES. Scotland Yard revisó hoy la estrategia de vigilancia de Julian Assange, refugiado desde 2012 en la embajada ecuatoriana de Londres, por considerar que la presencia durante 24 horas de agentes “ya no es proporcionada” y que los recursos policiales son “finitos”.

 

La Policía Metropolitana de Londres (Met), que mantendrá la custodia del fundador de WikiLeaks pero de manera “encubierta”, ha alegado motivos económicos para dar un giro al dispositivo policial permanente que velaba la legación de Ecuador, donde se refugió el australiano el 19 de junio de 2012 para evitar su extradición a Suecia.

 

Suecia le reclama para interrogarle por presuntos delitos sexuales cometidos en 2010 -de los que no ha sido acusado-, pero Assange teme que, una vez allí, se le entregue eventualmente a Estados Unidos, donde se le investiga por la difusión de miles de cables confidenciales del Gobierno estadunidense.

 

Desde la entrada de Assange en la embajada y hasta finales de agosto, la operación para vigilar las 24 horas del día con agentes de uniforme al periodista y detenerlo si abandonaba el edificio ha costado a la Met un total de 10,5 millones de libras (14,1 millones de euros), según estimaciones desveladas hoy.

 

Scotland Yard no ha especificado los detalles de su cambio de plan y solo ha señalado que, “aunque ninguna táctica garantiza el éxito en el caso de que Julian Assange abandone la embajada, la Policía desplegará varias tácticas públicas y encubiertas para detenerlo” si eso ocurriera.

 

Los elevados costes económicos de la presencia constante de agentes se han convertido en un asunto espinoso ante la falta de una resolución del caso.

 

“Un importante periodo de tiempo ha pasado desde que Julian Assange entró en la embajada y, a pesar de los esfuerzos de mucha gente, no hay una perspectiva inminente de una resolución diplomática o legal del problema”, apuntó en un comunicado la Met, que reafirma, sin embargo, su “compromiso” para aplicar la orden de arresto del exhacker.

 

El portavoz de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, dijo por su parte que “no hay indicaciones de lo que esta operación encubierta implica, o cuánto costará” y opinó que “igualmente arrestarán a Julian si sale fuera de la embajada, así que no hay un verdadero cambio en la situación, más que el que hayan retirado a los agentes uniformados”.

 

Según Hrafnsson, “el Gobierno del Reino Unido podría haber resuelto la situación hace mucho tiempo dando una garantía absoluta de que Julian no será extraditado a EU, donde hay abierta una investigación criminal por espionaje”.

 

Detenido en Londres el 7 de diciembre de 2010 a petición de Suecia, Assange, que pasó un tiempo bajo arresto domiciliario en casa de un amigo inglés, se refugió en la embajada ecuatoriana tras perder su batalla legal en el Reino Unido, cuyos tribunales fallaron a favor de su entrega a las autoridades suecas.

 

Aunque Ecuador concedió asilo político al periodista, Londres se ha negado a facilitarle un salvoconducto de salida del país, pues sostiene que está obligado por ley a extraditarle a Suecia.

 

El ministerio británico de Exteriores convocó hoy al embajador ecuatoriano en el Reino Unido, Carlos Abad Ortiz, para expresarle “su profunda frustración” por la falta de progresos en el caso.

 

El jefe del Servicio Diplomático británico, Simon McDonald, recordó al representante ecuatoriano que el Reino Unido tiene “la obligación legal de extraditar a Assange” a Suecia.

 

Debido a la discrepancia entre los países, Assange ha pasado más de tres años encerrado en la embajada, donde vive en una pequeña habitación sin acceso a luz natural.

 

En los últimos meses, han prescrito en Suecia los delitos menores que se atribuían al exhácker -abuso sexual y coerción ilegal-, mientras que el más grave, por violación “en grado menor”, seguirá vigente hasta el 17 de agosto de 2020.