FOXBOROUGH. Tom Brady prometió defenderse de su suspensión de cuatro partidos por el escándalo conocido como “Deflategate”. El dueño de los Patriotas de Nueva Inglaterra, Robert Kraft, inauguró los campos de entrenamiento con una declaración de respaldo total a su quarterback.

 

“Es totalmente incomprensible que a liga siga tomando medidas para despreciar a uno de los mejores jugadores en su historia, y un hombre por el que tengo el máximo respeto. Me equivoqué al confiar en la liga”, dijo Kraft.

 

Un día después que el comisionado de la NFL Roger Goodell confirmó la suspensión de cuatro partidos de Brady, el dueño de los Pats dijo que no apeló el castigo impuesto al equipo, una multa de un millón de dólares y la pérdida de dos selecciones del Draft, porque pensó que la liga tendría clemencia con su estelar jugador.

 

La liga descubrió que los Patriotas utilizaron balones inflados por debajo del nivel mínimo permitido en el partido contra los Potros por el campeonato de la Conferencia Americana. Para complicar su situación, Brady destruyó un teléfono celular en donde habría pruebas de que orquestó la manipulación de los balones. Pero Brady asegura que los destruyó por seguridad.