Familiares de los internos del Penal Federal del Altiplano no pudieron ingresar a las instalaciones, como todos los domingos, luego de la fuga de Joaquín Guzmán Loera.

 

Las visitas, en su mayoría mujeres, expresaron su preocupación por las posibles represalias que puedan sufrir sus familiares, dentro de la  cárcel.

 

El personal de limpieza y de otras áreas llegó poco después de las 8:00 horas, para el relevo de turno, pero agentes de la Policía Federal, quienes desde las 5:00 horas custodiaron el penal, les negaron el acceso.

 

Los policías federales aclararon que, por las investigaciones por la fuga, nadie podía entrar ni salir hasta nuevo aviso.

 

La procuradora general de la República, Arely Gómez llegó alrededor de las 11:00 horas al reclusorio, a bordo de un helicóptero blackhawk, y aseguró que 30 empleados y el director del penal declaran en la SEIDO.

 

 

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