ALMOLOYA. Hasta hace poco más de un año, en el lugar donde hoy se levanta la casa en la que desemboca el sofisticado túnel por el que se escapó Joaquín El Chapo Guzmán, no había nada, solo hierba. Eso dicen los vecinos de la zona que coinciden en asegurar que en el verano de 2014, solo unos meses después de la captura del capo, alguien compró el predio y levantó la casa con gran rapidez.

 

Tres personas de viviendas cercanas a la que escondía el túnel y que hablaron con The Associated Press a condición de guardar el anonimato, también mencionan que una furgoneta blanca iba y venía del inmueble a menudo, pero ninguno podía pensar que el narcotraficante pasara tan cerca.

 

No obstante, una de esas personas, una mujer que dijo que su hijo trabajó de albañil en la construcción de la casa, que le pagaron bien y se hizo en solo tres meses, se mostró extrañada de que por ahí escapara El Chapo, pero dijo que el hombre que conducía la furgoneta blanca y pasaba por delante de su casa a menudo nunca le dio buena sensación.

 

La casa del túnel es una construcción con una parte de un solo piso y ventanas, que asemeja una vivienda, y otra parte de mayor altura como si fuera un almacén o bodega.

 

El inmueble se encuentra a 1.5kilómetros de la cárcel de máxima seguridad, que se divisa a la perfección desde la pequeña loma en la que se encuentra, y a unos tres kilómetros de una base del ejército.

 

 

OBO