ELMAU. El G7 se reivindicó como foro defensor de los principios de la libertad, la democracia y la integridad territorial frente a Rusia con una declaración trufada de compromisos para frenar el calentamiento global y en favor del desarrollo.

 

Los líderes de EU, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Japón y Canadá concluyeron su cumbre anual en el palacio de Elmau (sur de Alemania) y, por segundo año consecutivo con Rusia fuera de este foro, condenaron la intervención de Moscú en Ucrania y se mostraron unidos en la política de sanciones.

 

“Estamos dispuestos a reforzar las sanciones si la situación así lo requiere”, afirmó la canciller alemana, Angela Merkel, anfitriona de la cumbre, con el respaldo del presidente Barack Obama.

 

La duración de las sanciones estará vinculada al compromiso por parte de Moscú de los acuerdos de Minsk, ratificaron en la declaración final.

 

El texto, de 19 páginas, dedica amplio espacio a la lucha contra el cambio climático y a iniciativas de desarrollo y salud con ambiciosos objetivos, aunque sin concretar las consiguientes aportaciones financieras.

 

En su conferencia de prensa de cierre de la cumbre, Merkel subrayó que el G7 “condena unánimemente la anexión de Crimea” y prometió a Ucrania el apoyo del grupo. “Apoyamos a Ucrania en el proceso de llevar adelante reformas económicas y en la lucha contra corrupción”, dijo la canciller, que anunció que el representante del G7 en Kiev creará un grupo de apoyo para asistir al gobierno ucraniano en esos objetivos.

 

Los siete países más industrializados destacaron que el objetivo común es que el calentamiento global no sobrepase los dos grados centígrados con respecto a los valores preindustriales, lo que les obligará a reducir sensiblemente en las próximas décadas sus emisiones de gases que provocan el efecto invernadero.

 

En este contexto, apoyaron la meta fijada por Naciones Unidas para reducir las emisiones entre 40 y 70% para 2050 y acordaron situarse en la parte alta de esa horquilla, aunque sin especificar objetivos concretos a nivel nacional.

 

Mostraron además su disposición a impulsar el Fondo Verde del Clima, un mecanismo debe estar dotado con 100 mil millones de dólares al año a partir de 2020 para apoyar a los países más vulnerables al cambio climático.

 

Rusia acusa Ucrania de desestabilizar la situación en plena cumbre

 

MOSCÚ. El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, acusó a las autoridades ucranianas de provocar una escalada del conflicto en el este de Ucrania en vísperas de la cumbre de líderes del G7.

 

“Se oye una retórica muy ruidosa, agresiva y aguerrida desde Kiev, acerca de que no van a hablar con Donetsk y Lugansk, de que no van a levantar el bloqueo económico hasta que no haya relevo de poder en el Donbass. Vemos aquí una relación con la cumbre del llamado G7 que se celebra ahora”, señaló Lavrov.

 

Agregó que Kiev “seguramente quiso tensar la situación, al recordar que los miembros del G7 han declarado que las sanciones contra Rusia seguirán en vigor hasta que Rusia no cumpla con los Acuerdos de Minsk”.

 

A su vez, el Kremlin reiter que no es parte del conflicto en el este de Ucrania, en respuesta a esas advertencias de algunos líderes del G7.

 

“Nos hemos fijado en la vinculación entre las sanciones y el cumplimiento de los acuerdos de Minsk por parte de Rusia. Hay que leerse esos acuerdos, refrescar la memoria, para entender quién debe cumplir” con ese documento, dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

 

Al mismo tiempo, lamentó que durante la cumbre “no se escucharan aún llamamientos a los que tienen que cumplir” con el plan de paz firmado en Minsk.