Los supuestos integrantes de la policía comunitaria que tenía tomada la cabecera municipal de Chilapa de Álvarez, Guerrero, se retiraron la tarde de ayer pero emplazaron a las autoridades a que en el plazo de una semana se detengan a quienes generan la violencia en la zona.

 

De acuerdo con el diario El Sur se realizó una mesa de diálogo al mediodía de ayer en la carretera Chilapa-Acatlán con miembros de la policía estatal, mientras que las inmediaciones fueron resguardadas por el Ejército, Policía Federal y gendarmes.

 

El medio guerrerense publicó una foto en la que se observa al menos cinco camionetas de la policía estatal y a la derecha de la imagen los civiles armados de pie en diálogo con las autoridades. Finalmente entregaron las armas a miembros del ejército y se retiraron alrededor de las 2 de la tarde.

 

Desde el pasado 9 de mayo, el grupo armado, que se identificaron como policías comunitarios de Ayahualulco, San Ángel y Xoloxuchican y El Juagey, tomaron las instalaciones de la Policía Preventiva de Chilapa, sometieron al personal y robaron su armamento.

 

En entrevista telefónica, la regidora Maricruz Tapia López confirmó que los grupos armados se retiraron de las calles principales de la ciudad.

 

“Esperemos que no tenga consecuencias después”, dijo la funcionaria, pues en entrevista anterior indicó que la situación de violencia en Chilapa se desató por la disputa del territorio entre los grupos denominados Los Rojos y Los Ardillos.

 

Tapia López expresó que la ciudadanía no salió a las calles luego que el miércoles fueran amedrentados por los supuestos comunitarios, y que la percepción era de mucha tensión.

 

El alcalde de Chilapa no despacha desde el municipio, al parecer se encuentra en la Ciudad de México por precaución ante las amenazas de muerte que ha recibido.

 

El repliegue de las personas armadas se da luego de una supuesta conversación telefónica entre el líder de Los Rojos en la región, Zenén Nava Sánchez, alias El Chaparro, y el jefe de las autodefensas, se informó en una nota de la Agencia Quadratín.

 

“Las zonas de colindancia han sido escenario de balaceras, levantones, ejecuciones, cuerpos decapitados y desmembrados, vehículos incinerados, cartulinas y lonas en las que ambas agrupaciones se dejan mensajes a manera de telegrama”, dice el texto publicado ayer en su página web.