CAMP DAVID, Maryland. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió el jueves a unas ansiosas naciones del Golfo Pérsico ayudarlas a proteger su seguridad, mencionando explícitamente el potencial uso de la fuerza militar y ofreciendo garantías de que un acuerdo internacional nuclear con Irán no los dejaría más vulnerables.

 

Obama prometió que Estados Unidos se uniría al Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo Pérsico (GCC por sus iniciales en inglés) para “disuadir y confrontar una amenaza externa a la integridad territorial de cualquier Estado miembro del consejo”.

 

En un mensaje al cierre de una reunión con líderes de países del Golfo Pérsico en Camp David, el mandatario expresó esperanza de que la región logrará “el tipo de paz y buena vecindad con Irán que yo creo que muchas de las naciones aquí representadas buscan”.

 

Al encuentro asistieron el príncipe heredero de Abu Dhabi, Sheikh Mohammed bin Zayed Al Nahyan; el de Bahrein, Salman bin Hamad Al-Khalif; el primer ministro de Omán, Sayyid Fahad Bin Mahmood Al Said; el emir de Kuwait, Sheik Sabah Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah; el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Nayef; y el emir de Qatar, Sheikh Tamim bin Hamad Al-Thani.

 

Un anexo escrito que acompaña al comunicado conjunto de los líderes detalla lo que Obama quiso decir cuando prometió “nuestro compromiso absoluto con la seguridad de nuestros asociados del Golfo”.

 

“La política de Estados Unidos para utilizar todos los elementos de poder para garantizar la seguridad de nuestros intereses medulares en la región del Golfo, y para disuadir y confrontar agresiones externas contra nuestros aliados y asociados, como hicimos en la Guerra del Golfo, es inequívoca”, subrayó el documento.

 

Aunque Estados Unidos ha proporcionado desde hace mucho tiempo apoyo militar a asociados en el Golfo Pérsico, la declaración prometió nueva cooperación en materia de contraterrorismo, seguridad marítima, seguridad cibernética y defensa de misiles balísticos, entre otras cosas.

 

Las negociaciones por separado de Obama en meses recientes para disminuir la capacidad del programa nuclear de Irán a cambio del levantamiento de sanciones han tensado las relaciones con muchos asociados tradicionales de Estados Unidos en la región. Algunos Estados del Golfo Pérsico temen que si Irán recibe un flujo de dinero cuando se retiren las sanciones, esto alentará lo que ven como una agresión de Teherán en la región.

 

Obama, en la conferencia de prensa del cierre de la reunión, dijo que aunque no se ha solicitado a líderes del Golfo que firmen aprobando el trabajo en curso sobre el acuerdo nuclear, ellos ciertamente estuvieron de acuerdo en que “una solución integral, verificable, que atienda por completo las preocupaciones regionales e internacionales respecto al programa nuclear de Irán, es en aras de la seguridad de la comunidad internacional, incluidos los asociados del GCC”.

 

El ministro saudí de Relaciones Exteriores Adel al-Jubeir calificó el jueves como un día productivo. Dijo que “se garantizó a los líderes árabes que el objetivo es impedir a Irán la capacidad de obtener un arma nuclear” y que serían cortados todos los caminos hacia tal arma.