SOCHI. Estados Unidos se sentó en la mesa que dispuso el presidente Vladimir Putin, en la ciudad olímpica de Sochi, para hablar sobre el tema que ha desgastado su relación: Ucrania. Y el resultado fue sorpresivo: existen coincidencias para resolver el conflicto.

 

John Kerry, secretario de Estado de EU, resumió en pocas palabras lo que parece un diálogo cuyo único objetivo era relajar la tensión: “No esperábamos que hubiera algún tipo de avance (…) pero hemos tenido un diálogo bueno y profundo con los dirigentes rusos, lo que es excepcionalmente importante para lograr progresos ante los numerosos problemas que afrontamos”.

 

Tras incontables desencuentros, Kerry llegó al puerto olímpico para reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin, que le recibió en su residencia de verano a orillas del mar Negro.

 

En efecto, Rusia y Estados Unidos apoyaron el arreglo político para la crisis ucraniana, pero discreparon sobre el conflicto de Siria, ya que Washington aboga por el traspaso de poder y Moscú por el diálogo entre Damasco y la oposición.

 

Respecto a Ucrania, el secretario de Estado de EU, John Kerry, dijo en rueda de prensa que “los acuerdos de paz de Minsk son el mejor y el principal camino para la paz. Deben ser aplicados en su totalidad y lo antes posible”.

 

Antes de visitar el presidente ruso, Kerry fue recibido por el canciller ruso, Serguéi Lavrov. El político ruso destacó la coincidencia de ambos países sobre el apoyo de los acuerdos de Minsk suscritos el 12 de febrero y al mismo tiempo se distanció de la responsabilidad que originó el problema con Estados Unidos por el tema de Ucrania: “En nosotros no recae la responsabilidad sobre la actual crisis en las relaciones con Washington”.

 

También dejó claro que Rusia sólo cooperará en la solución de los conflictos internacionales “en pie de igualdad”, tachó de “callejón sin salida” la imposición de sanciones y descartó una posible renuncia a la defensa de “los intereses nacionales”.

 

Ambos diplomáticos denunciaron que tanto Kiev como los separatistas prorrusos siguen violando el alto el fuego, en vigor desde el 15 de febrero, y el compromiso de retirar el armamento pesado de la zona de seguridad.

 

Lavrov resaltó que ambas partes se han puesto de acuerdo en ejercer su influencia en las partes en conflicto para que se abstengan de recurrir de nuevo a las armas para resolver sus diferencias.

 

Por su parte, Kerry vinculó directamente el cumplimiento de los acuerdos de paz con el levantamiento de las sanciones económicas occidentales.

 

“Solo si se cumplen y cuando se cumplan plenamente estos acuerdos, entonces comenzará el levantamiento de las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia”, puntualizó.

 

Finalmente, Kerry dijo haber mantenido unas “francas” negociaciones, que el Kremlin no tuvo reparos en calificar de “cordiales” y “exitosas”, no en vano ambas delegaciones degustaron en una atmósfera informal el vino local al término de las consultas.