WASHINGTON. La fase que decidirá si Dzhokhar Tsarnaev es condenado a la pena de muerte por el atentado de la maratón de Boston de 2013, inició el martes con la presentación de una imagen desafiante del joven en la que se le presenta mostrando su mano con el dedo medio elevado –un gesto de ofensa en muchas culturas-, con la que la fiscal federal Nadia Pellegrini destacó que el acusado no ha mostrado remordimiento o arrepentimiento.

Foto: EFE
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La fiscal abrió la nueva etapa del juicio con un intento de demostrar que Tsarnaev no se ha arrepentido de sus actos, para lo que destacó una confesión que escribió en su escondite antes de ser capturado por la policía y una foto tomada en su celda en la que hace un gesto con uno de sus dedos a una cámara de seguridad.

 

La foto fue tomada el 10 de julio de 2013, cuando el joven se encontraba en su celda a la cámara de seguridad del tribunal John J Moakley en Boston en 2013.

 

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Y cuando mostró la de Tsarnaev sostuvo: “Este es Dzhokhar Tsarnaev, despreocupado, sin arrepentimiento y sin cambios”.

 

Pellegrini presentó al jurado además una serie de imágenes de las personas que murieron en el bombardeo y sus consecuencias.

 

Tras un mes de juicio federal, el jurado decidió el pasado 8 de abril declarar culpable a Tsarnaev, de 21 años, de todos los 30 cargos de que se le acusaba y que en su mayoría podrían acarrear la pena de muerte por el acto terrorista en que tres personas murieron y 2060 más resultaron heridas.

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Al comienzo del juicio, Dzhokhar Tsarnaev confesó haber sido autor de los atentados con dos bombas caseras perpetrados en la línea de meta de la maratón de Boston junto con su hermano mayor, Tamerlán, que murió en una persecución policial pocos días después.

 

Dzhokhar Tsarnaev fue declarado culpable del uso de arma de destrucción masiva al colocar las ollas de presión con explosivos y llenas de clavos y metales con su hermano en la abarrotada línea de meta de la maratón, donde fallecieron tres personas y resultaron heridas más de 260, algunas de ellas con mutilaciones.

 

Como ya ocurrió en la jornadas anteriores, la Fiscalía llamó al estrado a familiares de las víctimas para que explicaran su experiencia aquel 15 de abril de 2013, como el padre de Krystle Campbell, quien hoy lamentó no poder volver a “abrazar” a su hija.

 

También subió al estrado Celeste Corcoran, que perdió las dos piernas en la explosión, que recordó el dolor que experimentó y cómo su hija también sufrió serias heridas en la explosión.

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La única estrategia posible ahora para la defensa es demostrar que Dzhokhar Tsarnaev se vio influenciado por su hermano para unirse a su plan terrorista y que se ha arrepentido de sus acciones, algo que la Fiscalía está intentando derrumbar.

 

Pellegrini calificó el crimen de Tsarnaev de “indescriptible” y aseguró que estaba decidido a “ser la peor pesadilla de Estados Unidos”.

 

La Fiscalía debería probar elementos agravantes en el crimen para conseguir que Tsarnaev sea ejecutado a nivel federal, ya que el estado de Massachusetts no admite la pena de muerte.

 

El acusado ha reconocido que colocó las bombas con su hermano mayor, Tamerlán Tsarnaev, quien falleció en la persecución posterior, en la que mataron a tiros a un policía del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

 

Los familiares de las víctimas se han mostrado divididos sobre si el acusado debería ser sentenciado a muerte o a cadena perpetua sin posibilidad de revisión. ( Con información de EFE y AP)