Si bien no es un nuevo descubrimiento, el Bring Your Own Device (BYOD) es una tendencia cada vez más generalizada en las organizaciones. Se trata de que los empleados utilicen los dispositivos que ellos escojan para trabajar, pagados por la empresa o por ellos mismos.

 

Este término proviene de otro muy similar, Bring Your Own Bottle, que empezó a utilizarse hace ya muchos años, en concreto en los ochentas, para reflejar un hábito en ciertos locales y restaurantes donde permitían a los clientes llevar su propia botella de vino y únicamente cobraban el descorche. Ahora, en la empresa lo han adaptado con cierta lógica. Esto es, hace muchos años el entorno corporativo en materia tecnológica iba muy por delante del entorno personal.

 

BYOD

 

 

El primer contacto con la tecnología, bien fuera una computadora o un celular, sucedía cuando uno se incorporaba al mercado laboral. Es más, se los proporcionaba la empresa. Hoy en día, el escenario es justo a la inversa con la evolución de la tecnología y su abaratamiento al alcance de casi todos.

 

La expectativa tecnológica con la que llegan los empleados a una organización, y sobre todo si son nativos digitales, hace impensable el poder someterlos a herramientas en ocasiones desactualizadas, determinados protocolos de seguridad, entre otras, por lo que el contraste con lo que tienen en su entorno laboral y su vida personal provoca una difícil gestión. Es como si se les degradara tecnológicamente, y ello no parece en absoluto una buena estrategia. Así, en algunas empresas se les otorga cierta cantidad presupuestal para que el empleado elija el dispositivo que desee para trabajar.

 

Si bien esta tendencia empezó como una concesión o capricho de ciertos directivos que por su cuenta incorporaban sus dispositivos personales a sus herramientas de trabajo, resultaba difícil de identificar el verdadero motivo: símbolo de status o una decisión motivada por la funcionalidad. Por otro lado, estaban aquellos empleados que pretendían utilizar sus dispositivos personales pero se encontraron con un no rotundo y optaron por acostumbrarse a llevar dos dispositivos encima, el personal y el de la empresa. Eso ocurría antaño. Hoy, con la creciente masificación de la informática de consumo, millones de empleados acuden a sus trabajos con todo tipo de dispositivos.

 

Ha sido inevitable para la organización pasar a la aceptación y gestionar políticas de gasto para dispositivos que contemplen incluso sistemas mixtos donde el empleado puede recibir una cantidad y completar por su cuenta si desea otro dispositivo diferente. Si bien para el empleado es la situación ideal, para algunas empresas es una auténtica pesadilla ya que tener un escenario de dispositivos diferentes supone incrementar las necesidades de soporte y mantenimiento, sumado a una elevada vulnerabilidad de seguridad ya que se renuncia a políticas de gestión comunes.

 

Hay empresas donde sí funciona el BYOD ya que el empleado está muy motivado por usar su dispositivo de preferencia, y se crean repositorios de documentación, wikis colaborativos con soluciones, desarrollos de redes de expertos para cada sistema o dispositivo que ayude a aprovechar sus características, etc. Se trata de cambiar la mentalidad del departamento de sistemas para lograr el éxito en este cambio, ofreciendo un servicio al empleado.

 

Es más, puede ser un factor de retención y fidelización de los empleados con este esquema tecnológico donde el trabajador decide sobre el equipamiento tecnológico con el que desea trabajar. Una encuesta publicada por Forrester Research señaló que casi la mitad de los empleados compran smartphones para el trabajo sin considerar si el departamento de tecnología los puede apoyar.

 

Algunas empresas hasta lo promueven con el slogan “Traiga su propio dispositivo”, cuestión que está afectando en gran manera a aquellos fabricantes de productos electrónicos que basaban sus ventas masivas al mercado corporativo. Pero no solamente ha ocurrido con los dispositivos, también con el software: productos en la nube sobre las suites tradicionales de oficina.