A fin de dar con los responsables de la emboscada contra el convoy de la Gendarmería Nacional del jueves pasado, fuerzas federales reforzaron patrullajes en el municipio de Ocotlán y la zona de limítrofe entre Jalisco y Michoacán. El cártel Jalisco Nueva Generación fue señalado por las autoridades como los autores del ataque que dejó 11 muertos.

 

Fuentes federales consultadas por 24 HORAS refirieron que la permanencia de los policías en apoyo con el Ejército y autoridades estatales y municipales estaría enfocada en reforzar la vigilancia a través de recorridos, puestos de revisión y un engrose en las filas de las fuerzas de seguridad, aunque por cuestiones de seguridad se reservaron el número de elementos.

 

Principalmente se trata de crear un cerco de seguridad en Ocotlán, donde se dio el ataque, así como en la colindancia con Michoacán, y la zona metropolitana de Jalisco, en seguimiento e inhabilitación de los grupos del crimen organizado, explicaron fuentes federales a este diario.

 

En tanto, funcionarios de la Comisión Nacional de Seguridad sostuvieron que la Policía Federal, incluyendo al personal de su división de Gendarmería coadyuvarían en las indagatorias sobre al ataque, el cual, reiteraron, se trató de un acto del crimen organizado que opera en la entidad. “Hay una investigación en curso en la región y estamos apoyando con el Ministerio Público”, aseguraron.

 

Como parte de las afectaciones causadas en la refriega entre los gendarmes y el comando presuntamente del Cártel Jalisco Nueva Generación, el gobierno de Jalisco anunció que será el gobierno federal la autoridad responsable de la reparación del daño, en cuanto hace a los 29 autos particulares y 31 casas que resultaron dañadas por los impactos de bala. Asimismo del apoyo para las familias de las cuatro personas que parecieron en el fuego cruzado.

 

En conferencia de prensa, el fiscal general Luis Carlos Nájera Gutiérrez informó que fueron 11 personas fallecidas: cinco gendarmes, tres presuntos integrantes de dicho cártel y tres civiles ajenos a los hechos. Tras el ataque, fueron aseguradas 10 armas cortas y 18 largas, dos granadas de fragmentación y dos proyectiles calibre 40 milímetros.

 

La noche del sábado, el comisionado general de la Policía Federal, Enrique Galindo Ceballos encabezó un homenaje a los cinco elementos de la Gendarmería que murieron en la emboscada, la ceremonia tuvo lugar en el hangar de la dependencia federal, en el Aeropuerto de la Ciudad de México.

 

¿Qué sucedió?

 

La noche del jueves pasado, personal de la División de Gendarmería de la Policía Federal, asignados a labores de vigilancia y prevención del delito en el corredor Guanajuato – Jalisco, fueron emboscados por un convoy de al menos una decena de vehículos con personas armas, presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación, quienes abrieron fuego contra los uniformados con armas de grueso calibre.

 

Los gendarmes realizaban un patrullaje de reconocimiento a bordo de siete unidades en calles de la colonia La Mascota, en Ocotlán, cuando recibieron los disparos. Del ataque, el cual efectivos de la misma unidad lograron auxiliarlos, dejó, además de los cinco agentes caídos, ocho elementos lesionados, uno de ellos reportado grave.

 

¿El más fuerte?

 

Apenas en octubre del año pasado, la consultora estadunidense especializada en temas de narcotráfico, Insight Crime señaló que el Cártel Jalisco Nueva Generación era de las organizaciones delictivas en México menos golpeada en el marco de la actual estrategia de seguridad del gobierno federal, e incluso de su precedente la llamada “guerra contra el narcotráfico” que emprendió la administración pasada.

 

Según el análisis hecho por la empresa, con las estrategias de seguridad en Michoacán, Tamaulipas o el estado de México, el Cártel Jalisco Nueva Generación no ha visto mermada su expansión territorial, teniendo en Jalisco su territorio más sólido, con base en “una eficiente estrategia regional”, por lo que no se ha visto desestabilizado en comparación con otras organizaciones criminales. Ejemplo de ello, es que Rubén Oseguera Cervantes, líder del CJNG, aún goza de libertad.