WASHINGTON. El ex canciller uruguayo Luis Almagro se presenta hoy como único candidato a las elecciones para reemplazar al chileno José Miguel Insulza como secretario general de la OEA, con la promesa de devolver a la organización regional una “credibilidad” que muchos consideran perdida.

 

Todo apunta a que Almagro obtendrá sin problemas los 18 votos que necesita para convertirse en secretario general durante los próximos cinco años cuando acuda hoy a la Asamblea General extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington. Los cancilleres de los 34 Estados miembros de la OEA están convocados a la cita.

 

Almagro, que hasta el mes pasado era canciller en el gobierno del ex presidente uruguayo José Mujica, se ha comprometido a “darle a la OEA una credibilidad que hoy todos reclaman”, tal y como indicó en la presentación de su candidatura el mes pasado.

 

La única organización regional que reúne a todos los países del continente -con la excepción de Cuba- vive desde hace años una crisis de identidad, especialmente a raíz del creciente protagonismo de otros foros, como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) o la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

 

Almagro ha apostado por una mayor coordinación con esos foros, en ocasiones más rápidos a la hora de reaccionar ante crisis puntuales, y por impulsar una OEA “ágil, eficiente” y asentada en cuatro pilares: la democracia, los derechos humanos, el desarrollo y el fomento de la seguridad.

 

Además de sus problemas de presupuesto, la OEA ha mostrado últimamente dificultades para pronunciarse con rapidez sobre temas como las protestas de hace un año en Venezuela o el anuncio sobre la normalización de relaciones diplomáticas entre EU y Cuba.

 

Apenas un día después de la previsible elección de Almagro, la OEA volverá a implicarse en uno de esos largos debates cuando la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, hable el jueves ante el organismo sobre las recientes sanciones de EU contra funcionarios venezolanos, que ya fueron rechazadas este sábado por Unasur.

 

Almagro formó parte de la misión de cancilleres de Unasur que visitó Venezuela el año pasado para impulsar el diálogo entre el gobierno y la oposición venezolana, y “conoce bien” la situación en ese país, por lo que “va a plantear sus ideas” al respecto si es elegido, aseguró un vocero de su campaña, Sergio Jellinek.

 

El ex canciller tiene también entre sus objetivos conseguir la reintegración en la OEA de Cuba, suspendida del organismo en 1962 y que hasta ahora se ha negado a regresar a su seno.