Uno de los propósitos de año nuevo más comunes es bajar de peso. En el intento por cumplirlo suelen cometerse errores que impiden cumplir con el objetivo de disminuir algunas tallas.

De acuerdo con un artículo de la revista francesa Madame Le Fígaro, algunos de esto malos hábitos al realizar una dieta son eliminar el consumo de grasas y azucares, dejar de beber agua, saltar comida y cenar muy pesado.

Considera eliminar estos errores al estar en una dieta y procura hacer un cambio en el estilo de alimentación más que poner restricciones a tu cuerpo. Lo mejor es buscar una nutrición balanceada real y no un régimen extremo que no se pueda cumplir.

1) Suprimir todas las grasas

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Es cierto que debemos evitar la grasa de las frituras, pero las que llamamos “grasas buenas” son indispensables para la salud. Éstas favorecen y metabolizan las vitaminas solubles en grasas, es decir que permiten al cuerpo aprovechar las vitaminas ingeridas.

No hay que privarse de las semillas como: nueces, almendras y avellanas; y de aceites como por ejemplo el de oliva.

2) Erradicar todas las azúcares

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También hay que seleccionar entre las buenas y las azúcares malas, y no erradicar todo. Los azucares a consumir son aquellos con índice glicémico bajo para el cuerpo. Encontramos la mayoría de los “azúcares buenos” en vegetales y frutas.

Los azúcares refinados son los que hacen engordar. Hay que evitar pasteles, galletas, y refrescos, también evitar azúcares escondidos como son las pastas, pan blanco y arroz blanco.

3) Beber poca agua

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Algunas personas creen que tomar mucha agua favorece la retención de líquidos. Esto no es así, la retención de líquidos proviene de una inflamación que surge de un desequilibrio del PH del cuerpo. Durante la digestión, ciertos alimentos acidifican el cuerpo y otros tienen efecto contrario.

Se aconseja ingerir 30% de alimentos ácidos y 70% de alimentos alcalinos. Cuando esta proporción no se respeta, se genera la retención de líquidos; nada tiene que ver el consumo de agua.

4) Comer demasiadas proteínas

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Carnes, aves, pescado, huevos y productos lácteos… Cierto que son bajos en azúcar pero contienen gras. Mientras las proteínas animales sean más grasosas, serán más ácidas para el cuerpo. Se recomienda optar por proteínas ligeras como pescados blancos y aves, y consumirlas en cantidades pequeñas.

5) Saltarse comidas

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Saltarse alguna comida para adelgazar ocasiona una ingesta de alimentos mayor a la siguiente comida que sí se realiza. Se deben tomar tres comidas principales y entre ellas colaciones. Además, se debe intentar mantener horarios regulares y tomar el tiempo para comer tranquilamente, si es posible. Esto beneficiará el trabajo gastrointestinal  y ayudará a disminuir peso.

6) Eliminar un grupo de alimentos
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Una dieta no es sinónimo de privación. Sólo hay que tener consciencia del índice glicémico de los alimentos. El cuerpo tiene memoria de las restricciones que le hacemos. A partir del momento en que eliminamos un grupo de alimentos durante cierto periodo de tiempo, como por ejemplo las frutas para evitar el azúcar, el cuerpo hará una reserva en cuanto vuelva a recibir frutas. De ahí el famoso “efecto yoyo”. Es mejor preferir una dieta inteligente que equilibre el metabolismo que restringir o eliminar un grupo alimenticio.

7) Permanecer sin realizar ejercicio

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La pérdida de peso debe acompañarse de una actividad física, por lo menos moverse un poco. Los músculos son grandes consumidores de calorías. Hacer ejercicio ayuda a ganar masa muscular y reducir grasa. Una media hora de caminata, un poco de bicicleta o nadar en la piscina contribuyen a evitar las consecuencias del sedentarismo.

8) Tomar una cena muy pesada

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Se debe tratar de ingerir una cena no muy pesada para evitar perturbar el sueño y la digestión. Pero tampoco caer en el exceso de una cena demasiado ligera que nos lleve a levantarnos de la cama durante la madrugada para buscar algo de comer.