La Cámara de Diputados gastó 2.1 millones de pesos en una estatua con la figura del ex legislador Eduardo Neri Reynoso (1887-1973), la cual por falta de planeación colocó de última hora a espaldas del helipuerto del recinto parlamentario.

 

En agosto pasado, los integrantes de la Junta de Coordinación Política (que presidía el diputado Silvano Aureoles Conejo) aprobaron adquirir un busto del guerrerense. Pero de manera repentina se inclinaron por la elaboración de una estatua de bronce, que por su excesivo peso, fue colocada en la parte posterior del Palacio legislativo.

 

En mayo pasado 24 HORAS documentó que, con base en un dictamen emitido por el despacho Ramírez Vázquez y Asociados (el mismo que construyó el recinto), las autoridades de la Cámara de Diputados y del Instituto Nacional de las Bellas Artes (INBA) se recomendó hacer obras de mantenimiento en el complejo de edificios, incluida su plaza principal.

 

De esta manera, los integrantes del Comité de Administración decidieron invertir más de 80 millones de pesos para cambiar el material de la plaza principal por otro de menor peso, ya que habría el riesgo de un colapso hacía la zona subterránea del recinto.

 

Así, el Comité de Administración de San Lázaro (cuyo presidente en turno era el legislador perredista Guillermo Sánchez Torres) aprobó esta bolsa millonaria, a través de una asignación directa.

 

Escultura de lujo

 

Mediante un oficio, obtenido a través de los órganos de transparencia, la dirección de Finanzas de la Cámara de Diputados confirmó a 24 HORAS que dicha estatua –hecha a base de bronce, con más de más de tres metros de altura y elaborada por el escultor Miguel Michel– costó 2 millones 157 mil 600 pesos (1 millón 860 mil pesos más IVA) del erario público.

 

En septiembre pasado, las autoridades parlamentarias habían decidido que la efigie se colocara en la esquina norponiente de la plaza principal, incluso, aprobaron que el nombre de la plaza llevará también el nombre del ex diputado encarcelado en octubre de 1913.

 

Los encargados de la remoción de la plaza decidieron hacer un boquete en el lugar donde quedaría la estatua, pero tuvo que ser rellenado, ya que los diputados Manlio Fabio Beltrones, Manuel Añorve Baños y Silvano Aureoles Conejo decidieron, de última hora, cambiar el lugar de su colocación.

 

Debido a las inconsistencias de la infraestructura, el 9 de octubre pasado, los principales líderes de los órganos de gobierno del recinto de San Lázaro develaron la estatua frente al helipuerto del parlamento, que también se usa como estacionamiento.

 

Gasto innecesario

 

Legisladores federales coincidieron en que el gasto que generó esta figura monumental fue innecesario, ya que en el Poder Legislativo hay otras prioridades, como las de infraestructura o mantenimiento.

 

“Es una grosería para los mexicanos que sus legisladores se despache con la cuchara grande ante la recesión que estamos viviendo, tan sólo el salario mínimo aumentó un poco más de dos pesos y nosotros estamos aprobando una estatua innecesaria”, comentó Ricardo Monreal Ávila.

 

El perredista Fernando Zárate Salgado cuestionó la falta de política de austeridad del paramento mexicano, que debe manifestarse para contribuir a mantener tener un país más productivo y mejor educado.

 

“La figura y el nombre del legislador Eduardo Neri Reynoso es innegable, pero considero que la suma económica no corresponde a los ideales republicanos de un legislador que decidió, incluso entregar su vida, para sostener una República democrática de altura”, sostuvo.