El senador del PAN, Ernesto Cordero Arroyo, se pronunció por reducir el precio del petróleo estimado por los diputados en 81 dólares por barril, al considerar que es una estimación que no responde a la realidad del mercado internacional, donde el precio del energético reporta una tendencia a la baja.

 

Al presentar una iniciativa para que sea la Secretaría de Hacienda y Crédito Público quien determine el precio estimado del crudo para el año 2015, el legislador panista consideró que es “irresponsable e imprudente” fijar por encima de los 80 dólares el precio del petróleo, pues advirtió, el Estado mexicano tendrá menores ingresos de los esperados, lo que obligará en el 2015 a realizar recortes importantes al gasto y, en el peor de los escenarios, endeudará más al país.

 

El otrora titular de la SHCP, sostuvo que es urgente “despolitizar” los parámetros de estimación de la mezcla mexicana, pues afirmó que los diputados están haciendo estimaciones basadas en la ocurrencia, que ponen en riesgo la estabilidad económica.

 

“Hay una tendencia natural en la Cámara de Diputados a tener el precio de la mezcla mexicana de petróleo lo más alta posible, porque eso significa mayores recursos a distribuir a la hora de aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación. Entonces, vamos quitándole esa tentación a todos, este no es un tema de ocurrencias, no es un tema de apetitos, es un tema técnico”.

 

En este contexto, anunció que legisladores de su grupo parlamentario presentarán formalmente, este martes, una iniciativa de reforma a los artículos 31 y 42 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, a través de la cual se propondrá que cuando se vaya a dictaminar la Ley de Ingresos en ambas Cámaras del Congreso, la propia SHCP con base en un dictamen técnico, deberá ubicar el precio del petróleo con relación al mercado internacional.

 

De esta manera, aseveró, el precio del petróleo que se fije en ambas cámaras atenderá a criterios técnicos que reflejen las tendencias y las consideraciones actuales y futuras de los mercados energéticos globales, “eliminando la tentación de fijar este precio de referencia por ocurrencias o coyunturas políticas”, puntualizó.