CANNES. La industria audiovisual mexicana ya no quiere ser reconocida sólo como la gran productora de telenovelas, su propósito, ahora, es difundir el trabajo que se realiza en otros formatos como documentales, programas de contenido infantil, dibujos animados y comedias de situación, entre otros, y el MIPCOM es el foro ideal para mostrar al mundo lo que se hace en el país.

 

México desembarcó ayer a lo grande en el francés MIPCOM, la mayor feria del sector audiovisual, aprovechando su rol como país de honor para mostrar sus últimas producciones y descubrir nuevos mercados más allá de los tradicionales.

 

 

La expedición mexicana protagonizó, con una ambiciosa agenda y una imagen sólida, la primera jornada de este encuentro empresarial que se extenderá hasta el jueves en Cannes (sur de Francia), una ciudad íntimamente ligada al mundo audiovisual.

 

 

“Queremos consolidar lo que tenemos. Mostrar nuestros nuevos productos en Estados Unidos, América Latina y Canadá. Pero también conocer nuevos clientes y que nos conozcan, y que nuestro contenido se conozca también en estos nuevos países”, explicó Francisco González Díaz, director general de ProMéxico.

 

 

 

Europa y especialmente la península Ibérica se encuentran en primer lugar, pero el sector está interesado también en África y, “sobre manera” en el mercado asiático, “que está ávido del tipo de contenidos que ofrece México”, añadió González.

 

 

El país de honor emplea el escaparate del MIPCOM para renovar su imagen de gran productor de telenovelas y difundir otros formatos en auge de la industria nacional, de contenidos infantiles a documentales, pasando por caricaturas y comedias de situación.

 

 

“México está en el ojo del mercado y tiene la oportunidad de demostrar que produce muchos más formatos” que telenovelas, indicó Roberto Romagnoli, director de Producción y Entretenimiento de TV Azteca.

 

 

“México ha realizado un esfuerzo muy grande para pasar a una nueva visión digital y multiplataforma donde el tema audiovisual cobra una dimensión mucho mayor”, indicó Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

 

 

De esta opinión es, entre otros expertos, el presidente de Televisa, Emilio Azcárraga, quien señaló que “hay que estar sobre la parte tecnológica”, y abogó por aprender a usar las distintas plataformas y “entender de qué manera funcionan” para “ofrecer una mejor experiencia al usuario”.

 

 

Además, argumentó Azcárraga, el sector ha de trabajar en “el mejor uso de las ventanas” de difusión, esto es, todos los canales, desde los cines a internet, pasando por canales de pago y televisión abierta.

 

 

“Hay unas oportunidades muy grandes que debemos aprovechar”, y destacó que la reducción de los costos de producción en el sector audiovisual ha conseguido que el elemento diferenciador en la actualidad sea la “creatividad”.

 

 

El gobierno, de forma paralela, también está haciendo su parte, apuntó Tovar, que destacó que México es un país “con una estrategia clara” y las herramientas para implementarla, y que está “trabajando en una agenda digital cultural” que “muy pronto” tendrá “a punto” su mejor fruto hasta la fecha, la plataforma Cinema México.

 

 

El MIPCOM también fue testigo del anuncio del acuerdo por el que la distribuidora mexicana Comarex va a comercializar fuera de territorio nacional los programas de Canal Once, especializado en contenidos educativos.

 

 

El director de ProMéxico, Francisco González, dijo que el organismo está alentando al sector audiovisual con una serie de apoyos, pero “aunque les estamos ayudando, creemos que la producción mexicana se vende sola”.

 

 

México produce anualmente 100 mil horas de televisión, que exporta a un centenar de países en una treintena de idiomas, lo que convierte a su sector audiovisual en el quinto mayor del país (con un 7% del Producto Interno Bruto), por detrás del aeroespacial, el agrícola, el alimentario y el automovilístico.