Las autoridades estadunidenses subieron al nivel máximo su alerta sobre viajes a Guinea, Liberia y Sierra Leona debido al brote de ébola que se ha cobrado cientos de vidas en los últimos meses.

 

“Estamos pidiendo que se evite viajar a la zona afectada si no es esencial para evitar el riesgo de contagio y ayudar también a los países a controlar la enfermedad”, dijo hoy en una conferencia de prensa Tom Frieden, director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés).

 

“El ébola se está agudizando en África Occidental. Éste es el mayor y más complejo brote de ébola en la historia y ya ha cobrado demasiadas vidas”, dijo Frieden.

 

Por este motivo, los CDC elevaron la alerta de viaje al nivel tres, el más alto, por el que se pide que se eviten los viajes “no esenciales” a la zona.

 

Los CDC explicaron que están en comunicación constante con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones a cargo de contener la enfermedad y que tienen personal en los tres países afectados: Guinea, Liberia y Sierra Leona.

 

Frieden anunció además que enviarán a medio centenar de investigadores de la agencia en los próximos 30 días para ayudar a detectar y aislar los casos e intentar detener el avance de este virus mortal.

 

“Vamos a enviar a 50 expertos a estos tres países que van a ayudar a crear centros de operaciones de emergencia para desarrollar una estructura que permita tratar el brote de forma más efectiva, lo que será llevado a cabo en estrecha colaboración con la OMS”, explicó sobre su operativo, que actualmente cuenta con doce investigadores.

 

Hasta el pasado 23 de julio, la OMS había contabilizado un total de 1,201 casos, entre posibles y confirmados (814), y 672 muertes por la enfermedad en Guinea, Sierra Leona y Liberia.

 

De acuerdo con datos de la OMS, hasta ahora los distritos más afectados por la enfermedad, y en las que se mantiene un sistema de vigilancia constante, han sido Conakry, Guéckédou, Boffa, Dubreka, Fria y Siguiri.

 

Asimismo, los CDC han puesto en marcha un plan para ayudar a evitar que personas que puedan haberse contagiado con el virus viajen fuera de la zona afectada, llevando a cabo pruebas de detección cuando se sospecha de algún viajero.

 

“Estamos fortaleciendo la capacidad de estos países para reducir la posibilidad de que personas que han estado expuestas a la enfermedad viajen fuera del país. En otras palabras cada país se ha comprometido a hacer algo que no es fácil de hacer y tendremos a nuestro personal haciendo pruebas de diagnóstico para asegurarnos de que las personas que no deben viajar, no viajen”, dijo.

 

La enfermedad tiene una tasa de mortalidad de cerca del 90 % y entre los síntomas se encuentra la aparición súbita de fiebre, dolores musculares, de cabeza y de garganta, así como debilidad extrema.

 

Los síntomas iniciales son generalmente seguidos de vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y en algunos casos, hemorragias internas y externas, según la OMS.