DALLAS. El cabildo de la comunidad de League City, suroeste de Houston, aprobó una resolución para impedir que menores indocumentados sean llevados a esa municipalidad por las autoridades federales.

 

La medida, aprobada la noche de ayer martes, establece que la ciudad no aceptará las solicitudes del gobierno federal para operar los centros de detención o de procesamiento de menores indocumentados.

 

La resolución, propuesta a votación por la regidora Heidi Thiess, argumentó motivos de “salud y seguridad”, entre las razones para oponerse a albergar a los menores inmigrantes dentro de los límites de la ciudad.

 

La iniciativa fue aprobada por seis votos contra dos, y aún cuando no existe hasta ahora ninguna petición para albergar niños inmigrantes en League City.

 

Antes de la votación, la regidora Thiess anunció que una medida similar fue aprobada por los comisionados del condado de Galveston la tarde del martes.

 

La resolución en League City fue aprobada una semana después que residentes de la comunidad de Murrieta, California, bloquearon el paso a un convoy de autobuses que transportaba a menores inmigrantes hacia el centro de procesamiento de la Patrulla Fronteriza en Murrieta.

 

El gobierno federal busca a lo largo del país instalaciones adecuadas y comunidades receptivas para albergar y procesar a miles de niños inmigrantes que llegan solos a Estados Unidos provenientes de Centroamérica.

 

Unos 52 mil menores inmigrantes no acompañados, fueron detenidos tras cruzar la frontera en los últimos nueve meses.

 

La administración del presidente estadunidense Barack Obama anunció este martes que solicitará al Congreso 3.7 mil millones de dólares para atender la afluencia de niños indocumentados.

 

Obama analizará la crisis de los niños migrantes con dirigentes religiosos y autoridades locales hoy miércoles en Texas.

Esta gira es para la recaudación de fondos para los candidatos demócratas al Congreso. Hasta ahora la Casa Blanca ha rechazado las exhortaciones, principalmente de republicanos, de echar una mirada a las decenas de miles de niños que arriban de Centroamérica.