Bélgica y Estados Unidos dieron el mejor partido hasta el momento  en Brasil 2014. Un juego de alarido, los arqueros Tim Howard y Thibaut Courtois fueron las grandes figuras del partido. Desde el minuto uno hasta los 120 que duró el encuentro, ambas escuadras dieron el máximo, salieron a atacar, no se guardaron nada.

 

 

Por espectáculos como el de esta tarde en el estadio Fonte Nova de Salvador de Bahía vale la pena la espera de cuatro años. Cada que un jugador tomaba el balón cerca del área rival había peligro. Delirante partido de octavos de final que dignifica a la máxima competencia de futbol a nivel mundial.

 

 

Las estadísticas hablan del partido, solo dos amarillas por 36 disparos a gol entre las dos escuadras.

 

 

 

Apenas habían pasado apenas 120 segundos cuando Estados Unidos despertó, Julian Green les regresó la vida. Un pase filtrado por arriba de Michel Bradley llegó justo al manchón penal donde solo,  Green le pegó medio feo pero lo demasiado fuerte para alejar el balón de las manos de Courtois: 1-2 a los 107’.

 

 

El gol que daba vida 

 

 

 

 

 

  Tim  Howard se convirtió en una pared, le tapó tres a Lukaku, pero a la cuarta cayó el gol: una bala del botín izquierdo del jugador del Everton  puso el 2-0 para Bélgica a los 105’ de tiempo corrido.    

 

 

 

Gol que sepultaba las esperanzas 

 

 

 

       

 

 

Romelu Lukaku entró para la prórroga y funcionó. Tomó el balón por la banda derecha siguió en diagonal hacia el área, cruzó un pase para Kevin De  Bruyne que se abrió el espacio justo para poder disparar y vencer a Howard para el 1-0 a los 92’ de tiempo corrido.

 

 

 

De Bruyne anota 

 

 

 

 

  Juego al límite, impresionante de principio a fin, quizá el mejor encuentro en lo que va de Mundial. Bélgica tuvo más pero entre las imprecisiones de sus delanteros y las grandísimas atajadas de Tim Howard se mantuvo el cero en la meta estadounidense.Del otro lado, los dirigidos por Jurgen Klinsmann cada que armaban un contragolpe ponían a sufrir a la defensa roja que resolvía con solvencia.

 

 

Pese al 0-0 que se mantenía a los 75 minutos, belgas y estadounidenses brindaron un espectáculo formidable: llegadas, contragolpes, atajadas, tiros. Cuando los dos equipos se deciden a atacar y se olvidan las restricciones se dan partidos como el de hoy en Salvador de Bahía.

 

 

A los 60 minutos se vivía un gran partido de futbol, ida y vuelta, contragolpes veloces que terminaban con tiro al arco. Bélgica fue de menos a más cada minuto que pasaba era mejor que Estados Unidos, pero Howard  estaba atrás siempre para salvar.

 

 

Ambos equipos brindaron un buen primer tiempo, un juego abierto con llegadas en ambas áreas aunque es el equipo rojo que por izquierda con Eden Hazard y Marouane Fellaini logró agobiar el área de Howard.

 

 

Antes de llegar al minuto 30, Bélgica asediaba el arco estadounidense, la velocidad de los atacantes europeos no encontraban oposición de la defensa, parecía que era cuestión de tiempo para que abrieran el marcador.

 

 

Los Diablos Rojos le bajaron al ritmo frenético con el que comenzaron el partido, al llegar el minuto 15  ambos equipos estaban más tranquilos en el campo, los estadounidenses empezaron a encontrar espacios por donde llegar a la puerta de Thibaut Courtois.

 

 

Bélgica comenzó con todo el juego, no quiere perder tiempo, le urgía estar arriba en el marcador. El ritmo del partido era prometedor, un juego muy abierto  de ida y vuelta.