SAN SALVADOR. El nuevo presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, afirmó en su discurso de investidura que gobernará “para todos”, con un “compromiso irrenunciable con la justicia social”, y que combatirá la corrupción.

 

También destacó que “seguridad, empleo y educación” serán las “prioridades” de su Gobierno, el segundo consecutivo del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

 

Sánchez Cerén, el primer exguerrillero en alcanzar la Presidencia salvadoreña, dijo recibir “con humildad y profundo respeto” la banda presidencial que le impuso el titular del Parlamento, Sigfrido Reyes, luego de tomarle la promesa constitucional.

 

“Continuaremos con el compromiso de no más corrupción” que mantuvo el Gobierno anterior, que presidió Mauricio Funes, y del que él fue vicepresidente, añadió Sánchez Cerén.

 

“Los recursos del pueblo son sagrados” y sólo deben utilizarse “para el desarrollo y el bienestar del mismo”, sentenció.

 

El nuevo Gobierno trabajará “por una mayor integración de nuestro país al mundo” y para “ampliar las relaciones comerciales”, apuntó.

 

Sánchez Cerén subrayó su “compromiso de ejercer la presidencia para todos los salvadoreños (…) aquí y en el exterior”, y dijo que actuará “con honestidad, austeridad, eficacia y transparencia”.

 

“Trabajaré incansablemente” para promover acciones que “faciliten” los “cambios estructurales que El Salvador necesita”, recalcó el nuevo mandatario.

 

Remarcó que, al igual que en la Administración de Funes, el espíritu del arzobispo de San Salvador asesinado en 1980, Oscar Arnulfo Romero, “también guiará a este nuevo Gobierno”.

 

Sánchez Cerén aseguró que “garantizará” la gobernabilidad, la inclusión social, la seguridad jurídica y otros beneficios para los salvadoreños.

 

Hizo un llamamiento a “una ciudadanía activa, que haga contraloría social, que exija compromisos éticos a sus funcionarios”.

 

A la investidura de Sánchez Cerén asistieron los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa; Costa Rica, Luis Guillermo Solís, de la República Árabe Saharaui Democrática, Mohamed Abdelaziz; de Guatemala, Otto Pérez Molina, y de República Dominicana, Danilo Medina, y el Príncipe de Asturias, en representación de España.

 

Además, estuvieron presentes el primer ministro de Taiwán, Jiang Yi-huah; los vicepresidentes de Argentina, Amado Boudou; de Cuba, Salvador Valdés, de Perú, Marisol Espinoza; de Nicaragua, Omar Halleslevens; de Venezuela, Jorge Arreaza; y el viceprimer ministro de Belice, Gaspar Vega, así como un centenar de delegaciones internacionales.