El águila descenderá por última vez. Es el último guerrero: Cuauhtémoc Blanco, quien vestirá de verde mañana miércoles para cerrar una larga trayectoria con el Tri que comenzó en 1995. Despedida doble: la Selección se despide ante su gente para ir a la Copa del Mundo, y Blanco le dirá adiós al recinto donde la el combinado tricolor obtuvo, de su mano, el máximo logro futbolístico a nivel mayor de su historia: la Copa Confederaciones de 1999.

 

Polémico, irreverente, lo mismo para simular un festejo con orín de a perrito frente a Ricardo Antonio La Volpe cuando jugaba para América, que para anotar un gol imposible a Bélgica en la Copa del Mundo de Francia 1998. Blanco se va con paz forzada, sin querer levantar más polémica sobre los desacuerdos con Rafael Márquez, actual capitán del Tri, con quien dijo no tiene ningún conflicto.

 

“En ningún momento he tenido problemas con Rafael Márquez, todo fue platicado, un mal entendido y hasta ahí”, una frase que Márquez le devolvió declarando desde la zona mixta de los verdes, “No hay ningún problema con Cuauhtémoc, él es un gran ídolo de todo México y se merece el homenaje por todo lo que ha hecho por el país”, aunque su distancia e indiferencia sobre la grama del Azteca diga todo lo contrario, y es que no es secreto, la personalidad de Blanco atosiga, contradice, confunde. No por nada el Piojo Miguel Herrera, técnico del Tri asegura que el Temo sólo jugará el miércoles 15 minutos, y Blanco lo contradice y asegura: “Aún no hablamos con el técnico para definir el tiempo”.

 

No cabe duda su peso con la afición. Quizá por eso Rafa prefiere aclarar de una vez que cuando él se retire de los verdes no necesitará de despedidas: “Para mí no es necesario un homenaje así cuando me retire, yo estoy conforme con los cuatro Mundiales que tengo”.

 

Es el peso del Temo, aunque Blanco bromea al decir que el número que utilizará lo multiplicará por 10: “Saldré con el 100, jajaja, no, será con el 10”.

Cuatro décadas en las piernas le dan cucharadas de realidad. “Sé que hoy en la Selección está el máximo nivel y creo que hoy hay gente diferente, chicos que no conocía y otros que cuando yo estaba de salida ellos empezaban, como Guardado”.

 

Blanco ya no guarda rencores. Dejó atrás la amargura de aquel Mundial perdido por el capricho de Ricardo Antonio: “Como dice la canción de José: ya lo pasado, pasado, si no me llevaron, pues no me llevaron y no me iba a poner a llorar en mi casa, la decisión la tomó el entrenador y así es el futbol”.

 

Por eso, el otrora ídolo americanista, pide a las huestes del Piojo: “Entrega. Que sean como nos decía Lapuente, que el mexicano tiene una gran condición física porque somos como guerreros, le podemos jugar de tú a tú al que sea, es lo único, que tengan unión y jueguen como guerreros”. Es el deseo del último gran guerrero verde para los iniciados en el tricolor.