En México existe un problema de personas desplazadas en varias partes del país por la violencia, reconoció el representante de la oficina contra las Drogas y el Delito para América Latina de las organización de las Naciones Unidas (ONU) Antonio Mazzitelli, aunque puso en duda que esto se deba a la política prohibicionista sobre el consumo y venta de drogas.

 

La semana pasada 24 HORAS publicó que, de acuerdo con un análisis de la London School of Economics, México enfrenta una crisis humanitaria por miles de personas desplazadas forzosamente de sus hogares debido a la llamada “guerra contra el narcotráfico”, sin que el gobierno lo haya reconocido y cuantificado.

 

“Muchas veces se simplifican las problemáticas. Sí, el desplazamiento en México existe, es cierto. Como existe también en Colombia. ¿Pero es correcto conectar el desplazamiento a la droga? ¿o sería más correcto conectar el desplazamiento forzado a la violencia?”, apuntó Mazzitelli en entrevista con este diario.

 

El representante de Naciones Unidas señaló que el fenómeno del “desplazamiento forzado” se ha dado con mayor medida en zonas rurales, donde la posibilidad del Estado de ofrecer protección es aún más limitada.

 

“Mis colegas de la oficina de Naciones Unidas para los Refugiados se han ocupado de un manera mucho más profunda de ver esta temática. Seguramente ha habido un fenómeno de desplazamiento así como en la medida en que el orden se ha reestablecido, y los índices de violencia han disminuido, la gente ha regresado”, indicó.

 

Sin embargo, Mazzitelli subrayó que no puede atribuírsele “tan a la ligera” el que se solamente la política de combate a las drogas sea la causa de que miles de personas hayan dejado su hogar.

 

Consideró que en el tema del desplazamiento de personas, como en varios otros, se usa muchas veces como “chivo expiatorio” a un producto ilícito o a la política de combate, cuando en realidad hay varios factores sociales y criminales, que se mezclan para deteriorar la calidad de vida en una determinada región.

 

En ese contexto consideró que es importante que las organizaciones de la sociedad civil también se involucren en el tema, como ocurrió en Ciudad Juárez donde se creó un frente común que permitió que se redujera la violencia y ciudadanos y empresarios comenzaran a regresar paulatinamente a la ciudad.

 

De acuerdo con el estudio de la LSE, aunque no hay cálculos oficiales, ese estima que en México habría hasta un millón y medio de personas desplazadas por la violencia atribuida, de acuerdo con los británicos, a los cárteles de la droga.