Quien pega primero pega dos veces, y hay golpes que no se pueden repetir o emular, por más que se quiera. Así sucedió con Argentina y el Malbec World Day (MWD), el día de celebración a nivel mundial de la que es considerada la cepa emblemática de aquel país; la uva representativa que es esencia de una identidad, de una nacionalidad, una historia, un estilo.

De acuerdo con Wines of Argentina (WofA), la entidad responsable de impulsar el éxito global de la industria vitivinícola a través de la construcción de la marca “Vino Argentino”, el MWD se realizó por primera vez el 17 de abril de 2011. En aquella ocasión, la celebración de profundas expectativas con relación al impacto mediático tomó forma en más de 70 eventos en 45 ciudades de 36 países.

El impacto, la novedad, la llamada de atención a los consumidores fueron definitivas, convirtiéndose en el evento que, desde entonces, hace voltear la vista hacia el gran aparato comercial y cultural que actualmente representa el vino argentino. El MWD invita, además, a una lúdica reflexión sobre la importancia del vino en la sociedad contemporánea y el engranaje que representa en la disertación sobre diversas expresiones sociales: es tema, circunstancia, lenguaje; factor de enlace y atracción para distintas generaciones.

Los argentinos dieron en el clavo. Ya no hay momento para el Chardonnay World Day o el Pinot Noir World Day. La Malbec es y será cepa histórica y memorable, en beneficio institucional de una industria caracterizada precisamente por la diversidad de cepas y terruños, pero que fortaleció en la Malbec la pieza insignia de proyección internacional.

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El 17 de abril del 2012, en su segunda edición, se realizaron más de 142 eventos en 68 ciudades de 43 países alrededor del mundo. En 2013 se realizaron 106 eventos en 76 ciudades de 50 países. El impacto en prensa y, especialmente, en redes sociales, fue definitivo. Por otro lado, las legaciones diplomáticas argentinas alrededor del mundo han jugado un papel estratégico en la “validación” de esta fiesta como un producto con nacionalidad netamente albiceleste.

Malbec es símbolo de la transformación y proyección de la vitivinicultura argentina. La cepa fue llevada a ese país en 1853 por el enólogo francés Michel Aimé Pouget, quien fue contratado por Domingo Faustino Sarmiento para dirigir la Quinta Agronómica de Mendoza, centro de formación de enólogos y viticultores cuyo proyecto fue presentado el 17 de abril de 1853. De ahí que se tome esa fecha como día de celebración de la tinta más cultivada en Argentina.

Enlazado con diversas expresiones culturales, el MWD tomó como tema y factor de comunicación la Street Art. De tal modo, artistas como Run Don’t Walk, Jaz, Pum Pum, Panamá Club, Planeta Cees, Cekis y Clandestinos pintaron murales en Mendoza, San Pablo, Nueva York y Londres. De acuerdo con WofA, más de 1,5 millones de personas formaron parte de los festejos mundiales, con la participación de más de 300 bodegas argentinas.

En 2014, las principales celebraciones a nivel mundial están repartidas en distintas fechas. En el caso de México, se llevará a cabo el 26 de abril. A partir del tema, Malbec Making Noise, “Al son del Malbec”, la fiesta es una exaltación de la cultura musical.

“Desde sus orígenes ancestrales, las fiestas báquicas apelaban a la liberación de los sentidos a través de la sensualidad y el movimiento. Por ello, este año se busca a través de la música, realzar la calidad rítmica de nuestro vino. El ritmo del Malbec es como su sabor: indómito, intenso y vigoroso.

“Este año los esfuerzos de WofA están centrados en integrar a los nuevos consumidores, a los millenials, jóvenes entre 25 y 35 años para que puedan acercarse al mundo del vino, que conozcan y disfruten los vinos de excelente calidad que hace Argentina”, dice Alberto Arizu, presidente de WofA.